Francisco Solar contó cómo logró enviar un artefacto expositivo al ex Ministro del Interior, el año 2019. “Me puse a pensar en algún objetivo, teniendo claro que si iba a sumir un riesgo grande, la acción a realizar debía ser potente”, reconoció.
Durante las últimas horas, salieron a la luz las confesiones de Francisco Solar, anarquista confeso del ataque a que tenía como destinatario a Rodrigo Hinzpeter, ex ministro del Interior en el primer gobierno de Sebastián Piñera, el año 2019.
Según los antecedes que se manejan, se trataba de una bomba que contenía medio kilo de dinamita. El explosivo estuvo cerca de explotar en las oficinas del consorcio Quiñenco, Las Condes, precisamente donde trabajaba el ex secretario de Estado. Sin embargo, antes alcanzó a ser pesquisado por el Gope de Carabineros.
Junto a Mónica Caballero, ambos apuntados como los principales sospechosos por el caso Bombas 1, en 2010, se encuentran en prisión preventiva por envío y colocación de artefactos explosivos, homicidio frustrado y daños calificados, según consigna La Tercera.
Cabe destacar que Solar, tras lo revelado por el citado medio, alzó la voz y confesó que efectivamente su objetivo era el ex ministro piñerista.
“Pensé en realizar una acción como respuesta, como venganza contra personas ligadas a la represión y al poder empresarial, ambas características las cumplía a cabalidad Rodrigo Hinzpeter, que en el año 2019 era gerente del grupo Quiñenco, cuyo presidente es Andronico Luksic”, confirmó a los investigadores.
Y en esa misma línea, agregó: “Hinzpeter había sido Ministro del Interior del primer gobierno de Piñera, dejando una estela de represión que será difícil de dejar de recordar”.
Además, el anarquista contó cómo planeó el ataque. De hecho, revela que se percató de lo complejo que era ingresar al edifico donde trabajaba el ex ministro.
“Por lo que pensé que lo mejor sería enviar una encomienda explosiva dirigida a la oficina de Rodrigo Hinzpeter, para asegurarme que él fuera quien abriera el paquete”, detalló.
“Los ataques indiscriminados nunca han sido parte de la práctica anarquista; nuestros objetivos son claramente definidos y apuntan a los responsables de la opresión y la represión”, complementó.
Pero eso no es todo, pues Solar confesó que el seguimiento a Hinzpeter comenzó varios años antes de concretar el ataque.
El plan
Según la información a la que tuvo acceso La Tercera PM, luego de cumplir con su condena en España por la la colocación de la bomba en la Basílica de Zaragoza, en marzo de 2017, Solar y Caballero regresaron a Chile. Eso sí, lo hicieron de forma silenciosa y bajo la custodia de sus familiares y amigos cercanos.
Incluso, junto a Caballero, tomaron la decisión de salir de Santiago. “Nuestra idea fue alejarnos de las grandes ciudades, principalmente de Santiago, por su modo frenético de vida y levantar un proyecto autosustentable. Adquirimos paneles solares, teníamos agua de pozo”, le contó a los investigadores.
Sin embargo, la tranquilidad que le otórgala la Región del Maulpe, donde permaneció por un buen rato, no bastaba.
“No dejé de pensar que la manera más adecuada de luchar contra un sistema avasallador sustentado en la autoridad y la depredación, es por medio de la acción violenta revolucionaria. Solo a partir de esta es posible lograr momentos de desestabilización, que aunque sean instantes fugaces, develan la vulnerabilidad del poder”, sostuvo.
De hecho, indicó que a mediados de 2018 le dijo a Caballero que su intensión era el retorno a la acción. “En una extensa conversación ella me señala que no estaba dispuesta a hacer este tipo de acciones, porque no estaba dispuesta a asumir un riesgo de esa magnitud y que su prioridad estaba en el proyecto iniciado en la parcela”.
Eso sí, decidió seguir adelante con su plan. “Me puse a pensar en algún objetivo, teniendo claro que si iba a sumir un riesgo grande, la acción a realizar debía ser potente”, consignó.