Claudio Bravo: Atento en el tiro libre de Lionel Messi a los 17 minutos. En los 90’, Argentina se volcó por ratos con peligro en campo contrario, pero no sacó demasiados remates directos que exigieran al capitán chino, que, como siempre, se mostró seguro con los pies. En tiempo extra, tuvo un tapadón de campeonato, con una increíble reacción para impedir el gol del Kun Agüero de cabeza.
Mauricio Isla: Se proyectó poco con sorpresa el Huaso, la cual es su principal característica. En lo que es materia defensiva, una buena y una mala para el Huaso: No sufrió tanto en su espalda como otras noches, pero tuvo algunas imprecisiones en la marca.
Gary Medel: El Pitbull protagonizó el susto de la noche. El más confiable de la zaga nacional, a los, cometió un error increíble al perder un balón ante el acecho de Higuaín, y para intentar remediarlo, terminó estrellándose con el palo. La aparatosa caída no le hizo nada, y luego se repuso su para volver a su nivel y ser impasable.
Gonzalo Jara: Tuvo algunas imprecisiones en la salida durante el primer tiempo, pero creció de manera notable en la segunda etapa. Estuvo preciso en los cruces y sacó al equipo adelante con el balón en los pies, cuando se necesitó.
Jean Beausejour: En general estuvo sólido, pero se ganó una tarjeta amarilla por intentar arreglar una imprecisión en la entrega. Cubrió bien su sector y ni la entrada del Kun Agüero lo hizo temblar.
Marcelo Díaz: El hombre clave del mediocampo nacional tuvo una noche para el olvido. El émbolo del equipo sufrió la presión de los volantes argentinos. Para peor, y quizás por el ritmo que perdió por la lesión que lo marginó del último partido, Carepato estuvo impreciso, principalmente en materia de tiempos, al marcar. Por eso, sufrió en extremo a Lionel Messi, que lo buscó en dos ocasiones, y en ambas el ex azul terminó cometiendo falta. Doble amarilla y expulsión para Díaz, que se fue a las duchas en 39’.
Charles Aránguiz: Inmenso partido del volante. El Príncipe fue otra vez uno de los mejores de Chile. Se las arregló para limpiar la salida del equipo, fue criterioso, se ofreció siempre como opción, y fue fiero en la recuperación. Se ganó una amarilla por la segunda simulación de Messi y otra errada decisión arbitral. Increíble todo lo que corrió.
Arturo Vidal: Superclase. El Rey Arturo debió retrasarse unos metros para llenar el vacío que dejó la expulsión de Díaz. Gracias a su empuje, quite y precisión, la Roja supo levantarse de momento complicados y volvió a imponer su juego. Lamentablemente, más contenido, no pudo desequilibrar en materia ofensiva. Los argentinos lo buscaron todo el partido para que le mostraran una segunda amarilla.
José Pedro Fuenzalida: No estuvo tan iluminado como en otras noches, pero fue encomiable su esfuerzo en la marca. Tuvo una buena opción para rematar con mucho peligro en los 20’, pero prefirió el pase. En el complemento se cansó, y su cambio parecía cantado durante el final del duelo. Fue reemplazado por Puch.
Eduardo Vargas: Lo abastecieron poco en el primer tiempo, y se noto su ausencia. La mejor opción la tuvo a los 77’, con un remate cruzado que Romero contuvo muy bien. Fue reemplazado por Nicolás Castillo.
Alexis Sánchez: Es innegable el esfuerzo que el tocopillano realiza en todos los partidos con la Roja, y además que sufrió durante todo el partido la férrea marca de Gabriel Mercado y Lucas Biglia. Sin embargo, también es cierto que no pudo desequilibrar, estuvo espeso y hasta perdió algún balón por sus malacostumbrados largos traslados. No fue un buen partido para el jugador del Arsenal, que cargó con un dolor en el aductor derecho todo el partido, lo que pudo ser una explicación del nivel exhibido.
Edson Puch: Movedizo y con ganas, estuvo a la altura. No alcanzó a desequilibrar y superar a los sólidos marcadores argentinos, pero colaboró todo lo que pudo en defensa, y se notó.
Francisco Silva: Entró para ayudar en un mediocampo que había hecho mucho desgaste, y cumplió. Ayudó a Vidal y trató de empujar, cuando ya Argentina hacía poco para dañar. Y lo más importante de todo: ¡Marcó el penal de la victoria!
