Óscar Estay es dueño de "Artorta", pastelería que debió cerrar dos meses por la expansión de la pandemia. Ahora regresa con carta ampliada.
Dulces y coloridos 28 años acumula Óscar Estay creando y vendiendo tortas en su pastelería "Artorta", en pleno corazón de Recoleta (El Manzano 551), tiempo que lo alzó como uno de los exponentes más respetados de la repostería en Santiago. Sin embargo, el 2020 ha sido cargadito al chocolate amargo, tanto para él como para cientos de pasteleros de la Región Metropolitana.
Primero fue el estallido social, luego la crisis sanitaria y como si fuera poco, este esforzado empresario tuvo que darle la pelea al maldito Covid-19.
"Estuve bien mal en la (clínica) Dávila y tuvimos dos meses cerrado porque teníamos Covid-19. Sentíamos miedo de abrir, no queríamos que los trabajadores se expusieran, pero ahora estamos tratando de repuntar", comenta el hombre que ha hecho de la decoración de pasteles su sello personal, pero que ahora debió ampliar su expertiz a lo más tradicional.
"Siempre hemos tenido tortas grandes y decoradas, pero por el asunto de la pandemia estamos haciendo tortas tradicionales y brazos de reina. Antes la gente encargaba tortas grandes, de 2 o 3 pisos para sus invitados, pero ahora como la gente no se puede juntar, nos piden tortas para 20 personas".
Por último, cuenta que "venimos mal desde el estallido social. Pensábamos que marzo era el mes para repuntar y llegó la pandemia y ahí quedamos. Vamos para 10 meses que estamos medios complicados. Pero seguimos, tenemos ofertas (www.artorta.com) y ahora vamos a ampliar el rubro, vamos a empezar a hacer otras cosas, pensamos en chocolatería, pastelitos. Hay que hacerlo y esperamos que la gente nos prefiera".