Rica por un día: "La plata no hace la felicidad, pero ayuda"

La esforzada diseñadora de vestuario Paula Soto (30) nunca ha tenido nana, usa la misma bolsita de té en más de una taza, anda en micro y se paga los estudios con el Crédito con Aval del Estado, pero ayer vivió como una millonaria.

Gracias a sus constantes visitas al Facebook del juego "Monopoly", a la afortunada mujer le sonrió la fortuna y ganó un concurso auspiciado por el chicoco del sombrero de copa que le regaló un día al estilo Farkas.

Lo más cuico que había hecho en su vida la chiquilla nacida y criada en Pedro Aguirre Cerda era ir a desfiles de moda, aunque en realidad asistía por pega, hasta que en la mañana de ayer una pirula limusina pasó a recogerla a su hogar.

“¡Acuérdese de los pobres!”, “¡No se olvide de nosotros!” le gritaban los vecinos, sin cachar ni una, mientras la veían caminar por una alfombra roja rumbo al manso auto.

“A muchos nunca los había visto. Pensaban que iba a algo de la tele”, explicó Paula abanicándose con billetes de 20 lucas.

La suertuda, quien aseguró que aunque tuviera toda la plata del mundo jamás le pagaría a un famoso por sexo, paseó por la capital en limusina, fue regaloneada en un pituco Spa y se pegó flor de bajón en un elegante restorán del sector oriente de Santiago.

“Yo creo que la plata no hace la felicidad, pero ayuda. Por ejemplo, si alguien se enferma se puede atender en los mejores lugares y el tema económico no se vuelve un drama familiar”, reflexionó con la guatita llena.

Tras zamparse lo más fino de la carta, la millonaria por un día deliró con una tarde de compras en un mall de Las Condes, para finalmente rematar el día probando suerte, como una magnate, en un casino de juegos.

“Si fuera millonaria de verdad, lo primero que haría sería llevar a mi familia de vacaciones. A mi mamá la llevaría al Caribe, a mi papá a Egipto y a mis hermanas a Europa”, soñó la “Gorda”, como le dice su pololo.

Pese a su fugaz ascenso en la escala social, Paulita no se mareó con la altura, y aseguró que jamás cambiaría a su gato “Vito” por mascotas estrafalarias como leopardos o bichos exóticos.

“Me dan pena. Esos animales están hechos para la libertad, no para estar encerrados”, comentó.

“Nuestro fin era que la persona que resultara ganadora del concurso tuviera la oportunidad de experimentar el estilo de vida de un millonario, tal cual es el objetivo del juego”, explicó Gabriel Lizana, Brand Manager de Hasbro Chile.

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