Grandes cadenas y pequeños emprendedores se las ingenian para darle fuerza negocio de la repostería a pesar de la crisis sanitaria. La demanda está alta.
El rubro de la gastronomía ha sido uno de los más golpeados por la crisis sanitaria y económica que azota a nuestro país, lo que ha obligado a sus integrantes a reinventarse y buscar nuevas fórmulas de generar recursos, aprovechando los dotes culinarios.
Es el caso de Marcelo Infante (@Apuropasto), quien al igual que otros 503 mil trabajadores debió acogerse a la "Ley de protección del empleo" luego de que el restaurante donde trabaja decidiera suspenderle el contrato, hace tres meses.
Sin embargo, lejos de echarse a morir y como toda crisis a veces se transforma en una oportunidad, Marcelo decidió abrir una pyme de venta de pasteles a domicilio en la comuna de Santiago y el éxito ha sido tal que ya piensa en comprar un horno más grande y reacomodar su departamento para seguir con las manos en la masa.
"Me tuve que reinventar desde la casa. Partí con un instagram subiendo mis recetas veganas, con videos, como un blog personal y de a poquito comencé a vender y la gente compró. Lo dulce se vende mucho para la once y el desayuno. En la mañana me dedicó a producir y en las tardes las salgo a repartir en bicicleta", comenta el joven, cuya especialidad está en los brownies de nueces y queques de coco, cacao, manzana y canela.
Al igual que Marcelo, en distintos barrios de la capital abundan las ofertas de pasteles y tortas a domicilio, hechas y entregadas por sus propios dueños.
"Es una apuesta y ha resultado bien. No son grandes ventas, pero siempre hay una oncecita que se puede amenizar con un queque o algo dulce y ahí aparece nuestra oferta. Además, sabemos que la cosa está mala por lo que el precio es muy razonable", comenta Cynthia Castro, emprendedora pastelera de Cerrillos.
A LA CASA
Las grandes empresas de los pasteles también han sentido los embates de la economía a la baja, pero aún así siguen con los hornos prendidos. La pastelería La Colonia es considerada una tradición dentro de la repostería de la Región Metropolitana. Sin embargo, la pandemia también tocó sus vitrinas y se mantienen gracias a la entrega a domicilios. Eso sí, aseguran que por ahora las ventas no han bajado.
"La estrategia es entrega por delivery y ha funcionado bien. La fábrica sigue trabajando por que los pedidos no han bajado mucho. A pesar de la pandemia se siguen celebrando cumpleaños en familia y esos nos beneficia. También nos preocupamos de que la calidad se mantenga acorde con las medidas sanitarias", comentó Mirna Ugarte, vocera de la pastelería.
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