Juan González Silva (56), el "Crespo" de Los Indolatinos, tiene claro que ninguna de sus alumnas de la tercera, cuarta y quinta edad aprenderá a tocar guitarra en forma virtuosa, pero al menos siente la satisfacción de que los punteos les harán bien para el alma y a algunas les ayudarán a mitigar el abandono.

"Además de profesor, me he convertido en amigo y confidente de las abuelitas, que me esperan cada semana", cuenta el artista pop, que realiza talleres a nonas y cabritos en las comunas de Independencia y Macul.

Pese a esta desconocida faceta, se apresura en señalar que no está retirado de las pistas. Junto a su partner, Luis Córdoba, el "Guatón", se presenta cada wikén en su restorán "Tomo y Obligo", del paradero 24 de Avenida La Florida. "Afortunadamente tenemos hartos eventos y la gente no nos olvida", se cachiporrea.

Los talleres de música los imparte hace cinco calendarios y es algo que le infla la pechuga de dicha y orgullo, pese a que le deja poco tiempo para su vida familiar.

"En la semana trabajo de 7 de la maña a 7 de la tarde. No quiero que me pase lo que les ha ocurrido a otros humoristas al final de sus días. Por eso me mato trabajando y hago lo que me gusta. El restorán lo convertí en un verdadero rincón chileno", dice.

- ¿Cómo les enseña a puntear a las veteranas?

- Con paciencia y cariño. Por ejemplo, en la población Jaime Eyzaguirre, de Macul, hay muchas que van a clases para paliar su soledad o para olvidarse de sus achaques. Se entretienen con la guitarra, pero la firme es que no ven una... Insisto, jamás van a aprender a tocar la guitarra, aunque hay varias que tienen buen oído musical.

- ¿También tiene pingüinos en sus talleres?

- Sip. Tengo alumnos de séptimo básico a cuarto medio del Liceo Gabriela Mistral y de la Escuela Arturo Merino Benítez, de Independecia.

- ¿Ellos aprenden más?

- Claro, le ponen harto  más pino. Pero yo me tomo mi tiempo para enseñarles a las abuelis que se quedan atrás y se amurran.

- ¿Y no se abroquela con tanta pega?

- Reparto mi tiempo. En la mañana estoy en Independecia y por la tarde en Macul. Trabajo en lugares complicados, donde las papas queman, pero la gratificación viene después. En la sede social de la población Jaime Eyzaguirre me tenían una mesa llena de cosas ricas para san Juan.

- Debe tener un cerro de anécdotas...

- Por cierto. A Rosa Villa (65), que no quería aprender, le dije que se diera vuelta para la pared como castigo. Otra alumna, Antonella Cares (61), dijo el primer día de clases: "Está harto bueno el profe, qué lástima que esté casado".

- Son bien frescolinas...

- Una cosa es que tengan canas y otra es que sean caídas del catre. A mí me encantan mis viejitas.

Jaime Salas Téllez