¡El río Salado nuevamente dejó la mansaca en Chañaral!

El temporal que afectó a las regiones de Atacama y Coquimbo dejó la mansaca, porque en tres días cayó mucha más agua que en todo un año normal.

Para que cache, en un lugar denominado Quebrada Seca, entre el 10 y el 12 de mayo, cayeron 191,3 milímetros, así que no quedará otra que cambiarle el nombre. En tanto, en el mismo lapso cayeron 212,2 en Andacollo, 195 en la localidad de Coirón y 200,2 milímetros en Rapel.

Pero fue Chañaral la ciudad más afectada, porque el desborde del río Salado, que se convirtió en un estruendoso torrente café digno de una película de terror, dejó la mansaca y partió la comuna en dos, igual que en el temporal de hace dos años.

Su alcalde, Raúl Salas, estaba furioso con el gobierno al ver las casas destruidas, los vehículos flotando y el hospital inundado. A su juicio, el Ejecutivo los ha "abandonado" y nada ha hecho para prevenir los efectos de la lluvia, "ni siquiera una piscina decantadora".

Según la Onemi, el número de damnificados de Chañaral superó los 120, sus vecinos están sin luz ni agua, y más de 1.200 personas quedaron asiladas, aunque no se habían reportado fallecidos.

Por su litro, el ministerio de Educación informó que se suspenden las clases para el lunes 14 y martes 15 en la región de Atacama, y la Onemi cifró el número de aislados en Atacama y Coquimbo en 12 mil.

Río furioso

El río Copiapó también se desbordó y provocó la evacuación de los habitantes de la Quebrada de Paipote, en tanto el embalse Recoleta se rebasó y uno de sus muros colapsó.

En La Serena también sufrieron. La concejala Jocelyn Lizana organizó cuadrillas que fueron a sacar barro de casas del sector Pelícana, en donde sus vecinos lo perdieron todo.

Bachelet habla

Desde China, en donde está de gira, Michelle Bachelet se refirió a la emergencia. "Chile está siendo afectado claramente por el cambio climático, como queda demostrado en éste y en otros hechos", dijo.

En tanto. el vicepresidente, Mario Fernández, descartó decretar un estado de excepción constitucional, que permitiría agilizar la destinación de recursos. Dijo que "la declaración de catástrofe no procede, para ello se requiere un estado de calamidad pública y no hay la calamidad pública que la Constitución exige".

Lo único bueno es que ayer dejó de llover en el Norte Chico. ¡Menos mal!

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