El periodista se convirtió en la cara visible del caso de los chilenos detenidos en Malasia. "Nunca pensé que iba a tener este nivel de repercusión", confesó.
El periodista Roberto Cox (35) llevaba un mes en Barcelona, España, cuando escuchó por primera vez del caso de Fernando Candia y Felipe Osiadacz, los chilenos detenidos en Malasia.
"Estaba carreteando con unos amigos y uno de ellos lo contó, que arriesgaban pena de muerte", relató.
Pero un llamado de Canal 13 cambió todo. "Me piden del canal cubrir el inicio del juicio y ahí partí", detalló.
Al ser el único reportero chileno en Kuala Lumpur, su rostro se convirtió en la cara visible del caso. "Nunca pensé que iba a tener este nivel de repercusión. Lo de Malasia, como periodista, es lo más importante que me ha pasado", confesó.
Roberto, de padre chileno y madre argentina, contó que esta experiencia "te deja un crecimiento profesional enorme. Te hace adaptarte a situaciones a las que no estás acostumbrado, te enseña mucho".
El periodista, que realizó un documental del entrenador Jorge Sampaoli, señaló que aún no dimensiona el impacto que ha tenido el caso en su vida. "Hace un año y medio que no estoy en Chile. Mis amigos me dicen que soy la cara visible del caso, pero siento que eso sólo fue una casualidad del destino, donde lo que pasó me puso en un lugar protagónico importante", señaló.
El corresponsal, que a los 12 años ya soñaba con ser periodista, afirmó que gracias a las redes sociales supo que su trabajo era visto en Chile. "Me aumentaron los seguidores. Y bueno, ahí hay de todo. Personas que te putean, que te felicitan, pero ahí noto un poco el cambio", aseguró.
Redes sociales
En Twitter le han escrito de todo, incluso que es zorrón. Algo que también han dicho de Fernando Candia y Felipe Osiadacz.
Roberto planteó que "este caso deja una evidencia, una faceta de la sociedad chilena bastante desagradable, que es pensar que porque uno viaja lejos del país o visita el sudeste asiático uno es zorrón y eso es una estupidez. Fernando es de La Florida, no es zorrón, Felipe tampoco".
En su caso, el corresponsal de Canal 13 cree que ese mote surgió luego de que subiera en su Twitter una foto con un asiático. "Me empezaron a decir muchas cosas y empezó el tema del zorrón. Aparecía un asiático en una foto, atrás mío, escribí algo que claramente no era en serio, sino que era algo gracioso, pero me lo malinterpretaron", confesó.
Agregó que "mi apellido no juega mucha a favor, porque se asocia a que tengo plata, lo que es una estupidez".
Sobre el caso se mostró sorprendido porque "se piensa que yo llegué a hacer relaciones públicas a favor de estos cabros, pero en mis despachos jamás he dicho o he hecho un juicio de valor. Siempre he tratado de informar los hechos tal cual fueron. Además, creo que acá se ha dejado de lado que hubo un muerto".
Agregó que "si a mí me preguntas qué opinas del juicio, creo que acá los chilenos se han visto beneficiados por una serie de factores. El principal es que la persona que murió es un transexual y en Malasia, que es muy conservador, eso es visto como lo peor que le puede pasar a un familiar".
Roberto explicó que "eso para mí jugó a favor de los chilenos, porque la familia de la víctima nunca actuó como parte acusadora, nunca hubo abogados, no se aparecieron y que sea transexual hizo que la justicia no esté actuando con toda la dedicación que tal vez se merece un caso como este".
Agregó que "creo que otro factor fue que la fiscalía culpó a los chilenos de asesinato. Ellos nunca tuvieron la intención de matarlo, entonces para la defensa fue un trabajo más simple demostrar que esa hipótesis de la fiscalía no era tal".
El momento más difícil. El periodista contó cuál fue el momento más complejo que le tocó mientras cubría el caso. "El día que hicimos la nota a la familia fue complicado y al día siguiente de esa nota estaban enojadísimos", señaló.
Sobre los pasos que viene, Cox contó que "todo indica que la futura sentencia será mantener los dos años, o tal vez sumar unos años más, pero no creo que sean 10".
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