Cualquiera hubiese pensado que las pepas que embocó el Pájaro Gutiérrez ayer eran una broma por el Día de los Inocentes. Pero fíjese que no. Chamullo fue el de la típica amiga “embarazada”, el del compañero de pega que entraría a un reality o el contrato millonario en un nuevo club.

Justamente eso fue lo que craneó Sebastián Roco, pues entendió que el inventar que ya no sacaría más el machete en los partidos marcaría muy poco rating. ¿Y? Apostó en grande, pues en vez de bromear con el traspaso a la “U” o el Colo, se fue en volón con el Chelsea. Tal cual.

“En la mañana me puse a pensar qué podía decir y al final opté por esa foto que me tomé cuando estuve en Inglaterra. Varios cayeron, otros se pusieron a reír, me dejaron mensajes y hasta recibí llamados. Después les dije la verdad”, tiró el pelao.

-Bien elaborada la talla...

-Así es. Por eso subí la foto en la sala de prensa y comenté que Terry se venía a Cobreloa en parte de pago, ja, ja, ja.

-¿Un sueño, nomás?

-O sea, está la esperanza de que un día se dé... pero con mi hijo, ja, ja, ja. Bastián tiene 9 años y es seco pa’ la pelota, mejor que el papá.

-No sólo te paseaste por el estadio del Chelsea...

-Para mí, lo más importante era estar con mi mamá, que no la veía hace siete años, pero también pude pasear. Visité el museo de cera y me sorprendieron las figuras de Cristiano Ronaldo y Amy Winehouse.

-Ya que no te mueves de Cobreloa, ¿supiste que podría llegar Ormeño?

-Tuvimos ciertas diferencias dentro de la cancha, pero sé que es buena persona. Nuestra forma de jugar es parecida, somos aguerridos y temperamentales, pero no se nos puede salir la cadena.