Recién a los 36, cuando ya le creció la guata y le salieron pelos donde nunca antes tuvo, Rodolfo Moya le pudo cumplir el sueño a sus hijas de llevarlas a Disney a ver al ratón Mickey, pero no esos que todos los viernes usted espera religiosamente con La Cuarta. Uno más pelúo, a decir verdad.
Y en eso estaba, siendo el genio salido de la botella para Agustina y Josefa, cuando Moyita no la pensó dos veces y ya que estaba en Gringolandia agarró el primer avión de Nueva York a Boston, con tal de ir a ver a la Roja. Así, apenas se bajó del avión, el jueves rajó al aeropuerto y logró compartir con los gladiadores de Pizzi.
Obviamente, el instante merecía una selfie y el ex delantero del Bulla quiso sacarla él mismo, con tal mala cueva que le salió como el "Ortega" y no tuvo ocasión de repetirla. "La subí como me quedó nomás a mi Facebook. Los cabros me empezaron a pegar paipazos y se produjo el típico webeo, así que salió como salió", recordó ayer el ex lauchero, que como fotógrafo sin duda que era mejor futbolista.
Más que una bella foto, la imagen parece sacada de una sesión de espiritismo, con puras sombras y en donde hay que ser mago para distinguir a Jara, Vidal, Vargas, Orellana, Aránguiz, Isla y al propio "Moyita".
"Arturo me dijo que la sacáramos de nuevo, pero no importa. Lo que vale es la intención y así más se acordarán de la foto", se resignó el hoy candidato a concejal por Concón, quien avisó que apenas vuelva a la patria, después del partido de este martes que viene en Philadelphia, seguirá en el puerta a puerta.
"La gente me quiere en la zona. Y con la ayuda de Renovación Nacional y el senador Chaguán, que lleva mucho tiempo por allá, estoy seguro que podré ser elegido para servir a la gente. Ellos me conocen cómo souy y saben que me la jugaré por ellos", habló el candidato. Amén.