Ver a Ronaldinho sonriendo es una imagen que los fanáticos del ex futbolista no borrarán de su mente.
Es que ese era el sello de su fútbol, y un estudio de la Universidad del Ulster, en Irlanda del Norte, da luces de lo bueno que es esto: gozar en la actividad deportiva.
"Encontramos que una sonrisa produce un efecto relajante y eso hace que se produzca una reducción de la tensión del cuerpo que se genera por el esfuerzo. Eso mejora las sensaciones de la persona", dicen los expertos.
¿El secreto?
La magia que lograba hacer "Dinho" con una pelota en los pies iba de la mano con esa alegría que externalizaba, y que le permitía afrontar con otro espíritu las inclemencias de la alta competencia.
Incluso, Noel Brick, experto a cargo de la investigación, apuntó que una actitud positiva "en un maratón significa bajar tu tiempo en unos tres minutos".