Esta noche la Roja volverá a sudarla y, por lo mismo, todo el equipo de Fox Sports se preparó para la batalla televisiva, con un duro entrenamiento de boxeo, el que incluyó duelos entre los mismos rostros.
Es que desde que Juvenal Olmos comenzó a practicar este deporte, varios fueron los compañeros de la casa televisiva que le siguieron los pasos, o en este caso, los combos.
En el Club Ringo, ubicado en la cúpula del Parque Araucano, Fernando Solabarrieta, Rafael Olarra, Dante Poli, Waldemar Méndez, Gastón Fauré y el propio "Pinturita", se chantaron los guantes para darse no, necesariamente, cariño.
"Es maravilloso lo que vivimos, porque esto genera lazos cercano con los compañeros que estamos día a día trabajando, estoy feliz", soltó el "Juve", que era a vuelo de pájaro el que más se manejaba con la pera loca.
Después de un calentamiento, vino lo más importante: los desafíos cuerpo a cuerpo. La primera batalla puso frente a frente a Olmos con Solabarrieta, que en vez de su clásico llanto sorprendió con sus buenos aletazos.
"Quedé cansado. Tirar y tirar golpes, pero bueno tirar siempre cansa y más arriba del ring. Primera vez que lo hacía, me gusta el boxeo, pero sabía Juvenal había entrenado mucho entonces era complicado. Pero bueno lo hice bien, pegué y me pegaron. El ganador sabemos quién fue, pero para no embarrarle la nota a Juvenal me robaron y lo dieron como empate. Llevo tres peleas y sigo invicto. Las primeras fueron con un par de paquetes, Marcelo Díaz y Paulo Flores, eso sí con Juve fue más profesional", lagrimeó Solabarrieta.
Eso sí, la que sacó chispas, fue la del Rafa Olarra contra Waldemar Méndez, porque el ex hachero del Bulla le repartió firme al táctico, que hasta se fue con el labio superior hinchado.
"Me ayudó lo largo de los brazos para ganarle a Waldemar, así que otra vez Chile le gana a la Argentina, ya nos acostumbramos. ¿Otro desafío? Voy por Dante Poli, el grandote. Voy por tí, orejitas Poli así que junta miedo", desafió el Rafa.
¿Qué dijo el golpeado? "Me entró tan bien que me dejó hinchado el labio. Parece que los chilenos se acostumbran, está bien que tengan una alegría de vez en cuando", la cerró Méndez.