El pensionado Ruperto Palma Cortés guardó en un carrito los cuatro pollos que un programa radial le regaló por reclamarle a La Jefa Michelle Bachelet el cobro del 7% de salud para los jubilados.
El hombrón, que quedó aperadito para las Fiestas Patrias, señaló que "es un reconocimiento por decirle la verdad a la Presidenta. Ojalá que para la próxima me regalen un novillo".
KUNG-FU
Ruperto (76) nació en Chuquicamata, se crió en la Casa Nacional del Niño y con una madre sustituta.
A su padre lo conoció más tarde y tiene una hermana en Antofagasta, y otra en Argentina.
Cuenta que cuando cabro chico caminaba seis kilómetros diarios para asistir a la escuela. De Puntilla de Pirque a Puente Alto y de vuelta al hogar.
Se quemó las pestañas en la escuela Concha y Toro y también en la Industrial, ambas de Puente Alto. Se recibió de mueblista.
Laburó en la Mueblería Paris, en un taller de Avenida España y también como carpintero y fabricador de carretillas en Hilos Cadena.
"Me operaron de apendicitis en el Hospital San Borja, donde me ofrecieron trabajo como barrendero, por lo que me puse el overol y vamos barriendo. Empecé a ascender, primero como supervisor y luego jefe de aseo. Después pasé a farmacia y posteriormente a movilización", contó el jubilado.
Añadió que fue auxiliar de ambulancia, chofer y más tarde el caperuzo de movilización. Un hombre hecho a sí mismo, como dice la famosa frase del emprendimiento personal.
INDEPENDIENTE
"Se murieron algunos pacientes en la ambulancia. En el turno del 11 de septiembre de 1973 andábamos con salvoconducto. Después de 30 años en la salud me jubilé con 130 lucas", expresó el hombre, quien comentó que no se mueve por colores políticos.
"Soy independiente y no pregunto de qué partido son, porque veo la sensibilidad social de las personas. Me considero el abogado y concejal de los pobres en Lo Prado", jura.
Añadió que los viejitos le piden consejos y que en la feria San Francisco -en Cerro Navia- donde vende juguetes los fines de semana "me piden autógrafos. Bromean con que hay un artista y me exigen que siga luchando".
"Quiero entregarle una carta a la Presidenta para que sepa los problemas que tenemos los jubilados", remachó.
ECHARÁ AVE A LA OLLA PARA "EL 11"
Ruperto, quien se casó en 1962, espera para el jueves 11 la llegada de su hija Soledad desde Australia, con quien se comerá uno de los pollitos. "Lo tengo casi listito", contó.
Al igual que Sole, su otro hijo, Francisco, su viejita María y sus nietos "están orgullosos por lo que hice. Peleo por los pensionados y por las generaciones que vienen atrás".
Luis Vieyra O.