Chernihiv y Merefa son las principales ciudades que se han visto atacadas. Además, en Mariupol crece la esperanza de rescatar con vida a más personas luego del ataque a un teatro local.
Hace 22 días Vladímir Putin ordenó atacar Ucrania. A pesar de que las palabras del líder ruso decían que los civiles no se verían involucrados, en tan solo las últimas horas han muerto 75 ciudadanos, lo que demuestra un claro aumento en el saldo de fallecidos del país.
En primer lugar, fue literalmente un baño de sangre lo que ocurrió hace pocas horas en la ciudad de Chernihiv. Las autoridades del lugar aseguraron que 53 fueron los cuerpos fallecidos que llegaron a la morgue a raíz de los interminables bombardeos.
Chernihiv, ciudad ubicada en la frontera de Bielorrusia y Rusia fue una de las primeras que fue atacada por los militares ordenados por Vladímir Putin. En ese momento, Viacheslav Chaus, jefe de la Administración Estatal de la región, posteó a través de Facebook: “El enemigo está exponiendo la ciudad a la artillería sistémica y a los ataques aéreos, destruyendo la infraestructura civil de Chernihiv”.
Por otro lado, fallecieron al menos 21 personas y 25 resultaron heridas debido a un bombardeo en la ciudad de Merefa. Además de eso, disparos de militares rusos alcanzaron a un colegio y a un centro cultural. Hasta el momento se han notificado 10 civiles heridos de gravedad.
Continuando con la masacre que no parece tener fecha de término, en la ciudad de Kiev, un edificio resultó dañado luego de ser bombardeado. En este ataque murió al menos una persona y tres resultaron heridas.
Como una noticia alentadora, llegó la información que establece que hay gran cantidad de sobrevivientes del ataque que sufrió un teatro en donde se alojaban refugiados en la ciudad de Mariupol.
“El edificio soportó el impacto de una bomba aérea de alta potencia y protegió la vida de las personas ocultas en el refugio antiaéreo”, contó la defensora del pueblo Ludmyla Denisova a través de Telegram.
En torno a lo mismo, la legisladora Lesia Vasylenko, aseguró que hubo un informe pero en este solo se notificaban heridos y no muertos.
Lo que más impresión causa en esta situación, es que a las afueras del edificio habían puesto en ruso la palabra “niños”, para dar a entender que ese lugar no debía ser bombardeado por la cantidad de menores que había. Sin importar nada, Rusia decidió atacar.