En el barrio Franklin, uno de los sectores más populares de Santiago, el ruso Eugeny Chernov decidió instalar su local de comida.
Como su idioma es muy complejo para un nombre, el chef de 27 años se simplificó la vida y le puso a su pequeño puesto “comida chilena rusa”.
Jack, para los amigos, contó al diario pop que la idea de mezclar las gastronomías de los dos países se le ocurrió una vez que le puso una palta a la popular ensalada rusa.
“La gente lo encontró tan bueno que me decidí hacer lo mismo con otros platos”, reveló el hombrón que vive hace dos años en Chile.
En el negocio, que está ubicado en Franklin 979, en el tercer piso, ya lleva cinco meses y aunque al principio le costó, cada vez va más gente. “Al principio la gente es temerosa de probar algo distinto. Si es de Rusia aún más”, confesó.
Aunque ya lleva harto tiempo en el país, nos contó que con suerte sabe decir hola, gracias y este es el menú. “La verdad me ha costado un poco, pero me hago entender. Además, los chilenos hablan muy rápido y cortan las palabras. Es difícil entenderlos”, afirmó.
En el tiempo que lleva en Santiago, probó las empanadas, el pastel de choclo y un lote de platos típicos, pero aún no se atreve a hacerlo en su localcito. A la hora de los copetes, nada supera su querido vodka.
“Probé la piscola y el terremoto, pero para mí no superan al vodka”, aseveró.
Cuando “Jack” revela que es de Rusia, lo primero que piensan los nacionales es en Putin, Stalin y Mark González.
El ruso, que vive cerca del Metro Ñuble, nos tiene ene cariño y señaló que lo que más le gusta de nosotros es que “siempre están con una sonrisa. En mi país todos son más fríos y están apurados todo el tiempo”.