“Hay algo que yo no quiero decirle, pero con mi hija pasamos hambre, nadie me la quería cuidar”.
Un impactante testimonio compartió Roberto, un hombre que pasó una precaria situación junto a su hija y que dio cuenta de la situación ante Carmen Gloria Arroyo.
“Señora, Carmen Gloria, hay algo que yo no quiero decirle, pero con mi hija yo pasé hambre, nadie me la quería cuidar. Yo pasé hambre porque no podía trabajar. ¿Quién me veía a mi hija? Pero cuando cumplió 15 años todos querían tenerla, todos mis familiares la quería tener, porque ya estaba grande, porque con mi hija chica no”, dijo el litigante de Carmen Gloria a tu servicio.
Frente a su exesposa, madre de su hija, Roberto recordó que “no teníamos qué comer. ¿Sabe lo que comíamos a la hora del desayuno? El desayuno lo hacíamos como a las 4 de la tarde, compraba yo de esas zanahorias quebradas y hacíamos ensalada de zanahorias. Hacía un sándwich de zanahoria y después hacía otro en la noche con una taza de té. Eso era lo que comíamos. Lo pasábamos mal”.
“Muchas veces ella me abrazaba y lloraba. Me decía ‘papá, yo sé que tú haces todo lo posible por mí, pero ya voy a crecer y voy a ayudarte’. Yo la abrazaba, llorábamos juntos abrazados. La única cosa buena que tuvimos, fue una ayuda porque nos hicimos evangélicos. A veces los pastores nos daban mercadería para tener en la casa”, sentenció entre lágrimas.
La reflexión de Carmen Gloria Arroyo
Con evidente emoción, la abogada respondió: “Yo escucho su relato y conmueve evidentemente. Nadie quiere que un ser humano pase por eso, menos una niña tan chica como era su hija. Y al mismo tiempo impacta su indolencia. Me impacta la postura, sus gestos, mientras él relata algo que atañe directamente a su hija. Usted la parió y le importa nada lo que escucha”.
“Esto nos demuestra que el famoso instinto maternal no existe. La capacidad de amar la tiene el hombre o la mujer. Lamentablemente, se puede parir un hijo y tener una indiferencia total. Ser padre es una decisión de amor”, sentenció Carmen Gloria.