Fábrica familiar en Calera de Tango es un oasis gourmet para los exigentes en estas fiestas.
Atareado y sin poder descansar un minuto está Rómulo Contreras en su pastelería y fábrica de empanadas La Violette, en Calera de Tango, ya que desde que se corrió la voz sobre su producto estrella, la fila de clientes da vuelta la cuadra.
"Llevamos 7 años con este emprendimiento. Yo había quedado sin pega y como mi señora tiene una mano de monja, que me hizo subir bastante de peso desde que la conocí, abrimos el local", recordó Contreras, mientras preparaba un pino perfecto entre cebolla, carne picada de posta negra y aliños, todo envuelto en una masa de harina fina.
A pesar de que sus proveedores le subieron los precios para esta fecha, Rómulo es fiel a su clientela y mantendrá sus valores. "La cebolla y la carne están más caros, pero no me importa. Los 1.500 pesos por una de pino y 1.600 las de queso no subirán de valor", agregó.
"Es la mejor, tienen un equilibrio perfecto entre carne, cebolla y aliño. Mis clientes lo saben y solo me piden de estas", señaló chef y cliente habitual, Cristián Jiménez, sobre La Violetta, ubicada en Paradero 12 Camino Lonquén, y una sucursal en Blanco Viel 1155, San Miguel.