Un estudio realizado por la agencia de publicidad TBWA\ Frederick arrojó que la barra pop piensa que su diario regalón es más entrete que un combate en el ring de cuatro perillas a la hora de almuerzo, más ingenioso que un vocero de gobierno y más auténtico que un café con piernas olor a empanada.

A pesar de que los chilenos seguimos siendo medio chicos, bastante feos, mechas de clavo y malos para la pelota, cantamos la canción nacional más fuerte que todos porque estamos orgullosos de lo que hemos conseguido.

Soñamos con la casa propia, nos gusta la piscola sin mucho hielo, irnos sentados en la micro, pero damos el asiento. Los terremotos nos hacen solidarios y pedimos otra ronda, bailamos cumbia pésimo y sin vergüenza, a las sopaipillas les echamos mostaza con alevosía, y una mujer bonita jamás volverá a casa sin un piropo.

En busca de un ser humano que represente nuestra identidad y la del diario pop dimos con lo mejor que nos alcanzó con algunas lucas que ahorramos.

Pudo ser mucho más lindo, bastante más joven, algo más taquillero, pero no más chileno ni chistoso. El ídolo Daniel Vilches es el rostro de una campaña que pretende establecer un vínculo entre La Cuarta y sus lectores. O sea, usted mismo.

Desde ayer que se pueden ver los avisos protagonizados por el Académico de la Lengua en la tele a color, radio, internet, y letreros callejeros.

Ahí Vilches encarna a los compatriotas orgullosos de ser hijos de esta tierra "porque con La Cuarta hay patria chilenos".

Para Vilches es un honor ser el niño símbolo de la movida y se siente capacitado para hacerlo bien.

Entre otras frivolidades, el cómico en los comerciales le hace la cruz al sushi japonés porque lo considera un alimento siútico que deja con hambre y que no se compara con disfrutar de una prieta en El Hoyo con papas cocidas, harto pebre y una marraqueta.

Daniel es tan macho que durante el invierno no usa calzoncillos largos ni calcetas de lana. "No me pongo nada, soy un viejo caliente, uso slip y calcetines de seda", explicó.

Pese a que contrata en sus revistas a mujeres altas, siliconizadas y flacas "para que se vean de lejos", confesó que en la intimidad se queda con una "rellenita (mientras que no sea gorda) porque las flacas en la cama parecen un témpano".

El recorrido de micro que lo lleva a la infancia es la San Eugenio-Funicular, que usaba para ir al cerro San Cristóbal a pololear, siempre con cuidado, "porque podía salir el león y nos lo mandaba a guardar a los dos", recordó.

- ¿Su garabato favorito?

- Ándate a la chucha.

- ¿Su insulto favorito?

- ¡Torpe!

- ¿Eso nomás?

- ¡Imbécil!

- ¿Qué le gustaría ir a celebrar a Plaza Italia?

- Es que pasa tan llena de celebraciones...

- ¿Qué personaje de nuestra historia le gusta?

- Todos los que fueron valientes de verdad.

- ¡Lo mejor del chileno?

- Que somos honrados, rotos y trabajadores.

- ¿Qué la gustaría que dijera su epitafio?

- Aquí yace un cómico del pueblo y para pueblo.

- ¿Y por?

- Por donde sea.

El publicista Eduardo Frederick contó que concluyeron que La Cuarta, más que un diario, debe ser "una causa".

Una causa que luche por preservar los valores republicanos de Chile, un faro de luz de la nación, un grito en el silencio; más que una pasión, un sentimiento que nos aglutine en torno a un objetivo, una razón para vivir y amar. Algo tan rico como una palta en una ensalada de lechuga.

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