La madrugada del 5 de julio una fuerte tormenta azotó la isla Huar, de Calbuco, pero en la zona su habitantes están tan acostumbrados a los diluvios que una lluvia santiaguina ni siquiera los motivaría a usar paragua.
Además, la infraestructura en la Región de Los Lagos está diseñada para las inclemencias del tiempo, salvo en la industria salmonera, donde algunas jaulas zozobraron y dejaron escapar miles de peces.
Estamos hablando de la filial chilena de la salmonera noruega Marine Harvest, y su centro de cultivo Punta Redonda, en donde se rompieron nueve de las diez jaulas, y según estimaciones escaparon más de 690 mil salmones.
El escándalo no tardó en desatarse por el daño ecológico que representa la invasión de especies exógenas, que alteran el hábitat de la fauna local con el consiguiente daño a los pescadores artesanales, cuyos productos podrían convertirse en alimento de peces fugitivos.
Multas
Para evitar fuertes multas, la ley le da un plazo de 60 días a la empresa responsable para que recapture a lo menos el 10% de los fugados, y hasta ahora la estimación de Sernapesca del porcentaje recuperado anda por el 5,5 por ciento.
Por eso mismo la firma informó que pagarán siete mil pesos por cada salmón que los pescadores artesanales capturen y les entreguen vivos o muertos.
Esa noticia alegró al gremio que podría conseguir inmensas sumas de dinero si consideramos que con sólo 143 peces conseguirían más de un millón de pesos.
Marcelo Soto es presidente de la Federación de Pescadores Artesanales de Calbuco y nos dijo que "esto no es un hecho aislado, siempre hay fugas de salmones. Eso lo dicen las estadísticas, que en los últimos diez años se han escapado más de tres millones de salmones en la región".
"La empresa no sabía qué hacer con respecto al tema y nuestros pescadores estaban viendo un posible negocio y la gente empezó una sicosis a vender y a comprar pescado por todos lados, a diestra y siniestra, entonces la empresa en base a estos escenarios se vio en la obligación de ponerle un precio a este producto que en principio fueron cuatro mil pesos, pero lo encontramos insuficiente y lo modificaron", explicó.
En tanto, el diputado por la zona y miembro de la Comisión de Pesca, Gabriel Ascencio, nos dijo que "los pescadores están felices, les va ir bien y yo puedo felicitarlos por aprovechar esto porque de repente les va tan mal a los artesanales y vale la pena que de repente les toque bailar con la bonita... si con 100 tienen 700 luquitas, y los pueden sacar con red. Siete mil es muy tentador".
Sobre la comercialización que ya hay del producto, Ascencio dijo que "la autoridad de salud dice que no son aptos para el consumo humano y la empresa igual, pero la gente sonríe porque todos comen salmón y barato porque el mejor precio fue de mil pesos de uno que pesa casi 4 kilos. Creo que hoy (ayer) el salmón estaba en la feria como a tres mil pesos, alrededor de 800 pesos por kilo".
Alcalde
La Cuarta también habló con el edil de Calbuco, Rubén Cárdenas: "hay una gran cantidad de salmones que no han sido capturados, lo que los pescadores consideran un peligro para la especie endémica, porque obviamente los miles de peces van a tener que alimentarse". "Obviamente el que se entreguen siete mil pesos por especie significa una motivación", explicó.
- ¿Qué se hará con los salmones vivos capturados?
Los pescadores los entregan a la empresa que los hará harina de pescado. Pero hay que considerar los que son capturados por particulares, que lo consumen o lo venden a su vecino. Esa cantidad no es exacta.
- ¿Qué le parece el manso condoro?
Muy mal.