Una decena de empeñosas jefas de hogar de la pobla Santo Tomás y la Villa San Gabriel vieron cumplido el sábado su sueño, al inaugurar el primer salón de belleza y masajes de La Pintana. De entrada aseguraron que les darán una dura competencia a las cuicas peluquerías del rucio Seba Ferrer.
El centro de estética integral de las aperradas dueñas de casa de escasos recursos se llama "Belleza Urbana" y a partir del lunes 15 de este mes comenzará a dejar como Barbies a las chiquillas que deseen enchularse los cachirulos y echarse una mano de gato.
El templo del fashion pop está en avenida Joaquín Edwards Bello altura del 10000 y promete meter tijera a bajos precios a los cabritos mechas tiesas de colegios y jardines infantiles de la zona, sin olvidar a los demás vecinos.
Lavados de cabeza, cortes, permanentes, tinturas, visos y planchados de coirón son parte de la oferta para que las pretenciosas tengan un look como Paris Hilton, Pilar Jarpa o Julita Astaburuaga.
También se brindarán masajes terapéuticos importados de la China milenaria. Se trata del "Shiatsu" (shi=dedos, atsu=presión), disciplina que al estilo pintanino dejará a los papurris más relajados que el negro Piñera con la tarjeta de crédito de su hermano.
La pulenta iniciativa social fue financiada por la Sociedad Activa y su ejecución estuvo a cargo de la ONG Tac (Taller de Acción Cultural).
Según David Harper, dire ejecutivo de Activa, gracias a su empeño estas evas hoy tienen un futuro de nuevas y mejores oportunidades. "Eran 50 mujeres que primero recibieron un curso de peluquería. De ellas dejamos a las diez más emprendedoras y aventajadas. El objetivo es recatar a personas con situaciones adversas y unir a la familia", señaló el caporal.
Orgullosas
A Paula Cáceres, de 24 pepinillos le dicen "Barbie". Es dueña de casa y tiene una hija de 6 años. Está terminando su Cuarto Medio en la jornada nocturna en un colegio del sector y saca pecho al hablar del centro de estética integral. "Acá tenemos de todo. Podemos alisar, peinar, hacer trenzas y hasta maquillar", señala con orgullo.
Bárbara Piñones (26) tiene dos hijas y vive en la Villa San Gabriel. Se convirtió en experta para los masajes ancestrales y su marido lo agradece. "Estoy orgulloso de mi mujer. Además que el corte de pelo y el masajito me saldrán baratos por ser su esposo", se quebró como una oblea.
Ronald Henríquez M.