Salvajes femicidios estremecen a Santiago

Macabro, de esos crímenes que producen escalofríos hasta en los más rudos. Eso pasó en las comunas de Quilicura y Quinta Normal, donde dos hombres no sólo ultimaron a sus mujeres, sino que también la culpa los tomó del cuello y los llevó a dramatizar aún más el cuadro: Acabaron con sus propias vidas.

En ambos sucesos fueron los hijos de los protagonistas quienes se toparon con un dantesco panorama: Hallaron los cuerpos de las personas que les dieron la vida.

A la calle Cónsul Poinset, de Quinta Normal, llegó Óscar Dueñas (46) a visitar a sus taitas, pero se llevó la desagradable sorpresa: Óscar (82) y Luisa Hortensia Santander (81) yacían muertos en la propiedad.

La señora, que hace años estaba postrada, murió por una "herida craneoencefálica por bala con salida", según la autopsia realizada por el Servicio Médico Legal. Mientras que su marido y asesino acabó con sus culpas con la misma arma, con la que se disparó en la boca.

"Estoy deshecha. No entendemos cómo pasó", comentó Alejandra, la mayor de los cuatro hijos de la pareja.

En Quilicura, en tanto, la pareja conformada por Marcos González (36) y Corina Pozas (29) fue hallada muerta por sus hijos de 14 y 12 años.

"El miércoles Marcos viajó desde Puerto Montt a Santiago, para ver a sus hijos. Ellos estaban separados, pero querían volver", asegura la tía de Marcos, aún pasmada y sin dar crédito a que una discusión decantó en la muerte de ambos.

El sujeto estranguló a su pareja y luego se quitó la vida con un cuchillo.

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