"Ha habido salvajismo...": el tenso diálogo de Pavlovic con Mary Rose MacGil sobre el estallido social

La socialité de 87 años fue invitada al programa Sin Parche (TVN), en que hizo un recorrido con el periodista sobre distintos episodios de su vida.

"Ni rica ni poderosa, simplemente encantadora". Así se definió a socialité Mary Rose MacGill, de 87 años, invitada al programa de entrevistas conducido por el periodista Santiago Pavlovic, Sin parche (TVN).

En la conversación emitida el jueves, ella repasó distintos episodios de su vida, para en un momento tocar los temas de la dictadura y el estallido social de octubre del 2019.

MacGill recordó que, cuando inició el régimen de Augusto Pinochet en 1973, su marido, Jorge Jarpa, le propuso que se fueran del país.

Pero ella no quiso.

—La mayor parte de la gente que conocía, por no decir el 90%, se fue de Chile, muchos a Buenos Aíres y yo dije "no, mi patria es esta" —declaró con firmeza.

—¿Cómo viviste tú los 17 años de dictadura? —le preguntó Pavlovic.

Ella tosió, como incómoda, con ironía, y luego dio su respuesta:

—Si dices hoy que eres admirador de Pinochet, te tiran a la primera zanja que hay a mano. Fue un buen gobierno, pero toda muerte para mí, a no ser que sea natural, es una brutalidad... por mí que no hubiera muerto nadie.

"Difícil de creer"

Luego, MacGill hizo una revelación: "Lo que te voy a decir, quizá no lo he dicho nunca: te juro por lo más sagrado mío, que es la memoria de mi mamá, que yo nunca vi ni supe nada", dijo.

"Sé que esto parece muy difícil de creer", continuó, "porque mi marido era hermano de Sergio Onofre Jarpa. Nunca supe nada".

Lo que sí recordó es a un amigo que venía de Francia, que "decía que allá se hablaba de que por el Mapocho iban los cadáveres flotando".

Ante esos rumores, ella pensó: "Voy a ir al Mapocho a ver si hay cadáveres flotando".

"Y nunca vi ningún cadáver flotando", dijo. "A lo mejor flotaban a otra hora... No lo digo como 'jajá', pero yo no los vi nunca".

"Hay cosas buenas"

Posteriormente, Pavlovic recordó que en los tiempos de la Junta Militar más de tres mil chilenos fueron asesinados; cientos, desaparecidos; y decenas de miles, torturados.

—La parte humana fue pésima, malo, malo, malo —declaró MacGill—. Pero recordemos también que, como todo lo malo, hay cosas buenas. Chile antes era un país perdido por allá, detrás de la montaña, y salimos de esto con muchas cicatrices. Tuvimos los famosos Chicago Boys, que muchos vilipendian, yo no. Y el país se fue convirtiendo poco a poco en lo que es hoy, que es un gran país.

La socialité, quien actualmente milita en el Partido Republicano de José Antonio Kast, expresó su preocupación por el futuro de Chile tras el estallido social, hito que, según ella, "vio venir".

—¿Crees esto de "Chilezuela"?

—No sé si Chile se va a convertir en Venezuela, pero no va a volver a ser el país que era. Yo voté por el Rechazo y hasta el día de hoy estoy de acuerdo que la Constitución que teníamos se podía seguir arreglando. Aquí no se qué va a pasar. Lo único que tengo claro es que si esto no sale bien, va a ser un desastre para el país.

—¿Qué hubiera hecho tú si fuera Presidenta?

—Inmediatamente saco a los militares.

—Pero sí salieron.

—Pero para que pararan la cuestión —insistió la socialité.

—¿Para que salieran y empezaran a matar gente?

—No, no, para poner poner orden, para parar las cosas.

"Pero no hay tantos", respondió el periodista, quien luego agregó que solo "son como 60 mil militares".

Más adelante, MacGill  dijo que "la gente no se da cuenta que ahora van a venir los tiempos malos y ahí los quiero ver. Aquí ha habido salvajismo que antes no existía".

—Pero, ¿cómo?... sí existió salvajismo en la dictadura —dijo Pavlovic.

Finalmente, calificó a José Antonio Kast como la única "salvación" posible para el futuro de Chile:

—Es la única persona que nos puede ayudar.

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