Experto Samuel Fernández analizó el retorno desde Malasia de Felipe, uno de los chilenos que tuvo atados con la justicia de ese país. Sobre las especulaciones de alguna irregularidad, lo descartó, ya que "allá no lo hubiesen dejado salir".
El retorno al país de Felipe Osiadacz (27), uno de los dos jóvenes chilenos que estuvieron a "esto" de no salir vivos de ese país luego de ser condenados por el asesinato de una mujer trans, levantó un manto de dudas sobre en qué condiciones legales se generó.
El escueto comunicado de Cancillería, donde consignaban el ingreso del muchacho al país, no fue suficiente para esclarecer qué es lo que realmente pasa en este caso, sobre todo porque su arribo al país fue en solitario, y no junto a su compatriota con el que afrontó todo este proceso judicial, Fernando Candia, quien hasta el cierre de esta edición seguía en el país asiático.
Especulaciones y teorías sobre este regreso surgieron bastantes, como que Osiadacz usó uno de sus dos pasaportes (tiene también nacionalidad española) para hacer la maniobra, o que con esta supuesta "fuga" ponía en riesgo su situación penal, pero para el especialista Samuel Fernández todo esto no tiene asidero alguno.
"Si Felipe Osiadacz está en Chile, es evidente que lo hizo porque su situación judicial ya se terminó. Fue un proceso complejo, que se extendió más allá de lo esperado, pero que afortunadamente terminó de buena forma", analizó el abogado de la Universidad Central.
Es más, Fernández cree que "esto se resolvió de manera judicial o extrajudicial", dato interesante, sobre todo si se considera que el joven había tomado la decisión de cambiar al encargado de su defensa, lo que pudo haber acelerado el proceso de retorno al país.
Sobre este regreso, el abogado experto apunta que "está claro que ya es un tema zanjado, porque de lo contrario no lo hubieran dejado poner un pie fuera de Malasia. El caso era muy mediático, salieron en todos lados, es imposible que pudiera salir de manera desapercibida, estaba muy fichado. Además, tampoco hubiera podido entrar a Chile si hubiese presentado alguna causa pendiente. Por último, no iba a ser tan irresponsable para tirar por la borda todo el tiempo que se demoró en salir en libertad".
La lección ahora, indica Fernández, la tienen que aprender los futuros viajeros. "Hay que saber muy bien qué cosas se pueden hacer en países con leyes tan duras como las del Sudeste Asiático. Muchas veces, cosas que para nosotros parecen de lo más normales, son tremendamente graves en sus culturas. Hay que ser muy cuidadoso y respetuoso", cerró el experto.