A seis meses de que ocurriera el incidente, hoy se dio a conocer que un dron ingresó a La Moneda por sobre una carabinera guardia de palacio, impactó un detector de metales y lo bueno pa' na'. Al mismo tiempo, la aeronave quedó hecha pebre.
Para ser precisos, el 5 de junio, a eso de las 13:15 horas, Matías Altamirano (30) estaba pilotando a distancia el aparato desde el techo de un banco de calle Bandera cuando una ráfaga de viento lo llevó hasta la sede del Gobierno. El objetivo, según aparece publicado hoy en El Mercurio, era grabar la operación de una grúa en las cercanías.
Una hora después, el dueño del aparato llega diciendo que el dron es suyo, explica su versión, se lo lleva y lo bota. Esto mandó pa' la casa la investigación del caso por parte de la Dirección de Aeronáutica Civil.
Ahora Altamirano, que tiene una empresa que hace este tipo de grabaciones, se expone a una multa de más de 120 palos. ¿Por qué? Porque existe una ley que norma el uso de estas aeronaves que multa su uso no autorizado, sin identificación ni licencia del operador. Al mismo tiempo, prohíbe su uso cerca de La Moneda.