De jarra se fueron los fiscalizadores de la Dirección del Trabajo de Antofagasta, luego de descubrir que cuatro empleados del restorán de comida china, “Panda”, vivían al interior del inmueble.
La brígida investigación que efectuó la Dirección del Trabajo de la Perla del Norte, llevó a la Gobernación de esa zona a chantarles una denuncia por trata de personas con fines laborales en contra de iniciales Y.W., encargado del restaurante enclavado en las calles Condell con Baquedano, y todos los que resulten responsables, en calidad de autores, cómplices y encubridores.
Según pudo indagar La Cuarta, las víctimas serían cuatro ciudadanos chinos, egresados de un centro educacional de gastronomía, que fueron contactados por un compatriota que los cuenteó de venir a Chile a trabajar por un sueldo mensual de mil dólares. Y hasta ahora, esa suculenta paga nunca ocurrió.
La Gobernadora Provincial de Antofa, Fabiola Rivero, metió la cuchara y sapeó que “no existe duda de la comisión de delito de trata, estos jóvenes estaban trabajando por techo y comida en deplorables condiciones higiénicas y humanitarias. En definitiva, la posición del Gobierno es iniciar todas las acciones legales que correspondan para perseguir las responsabilidad de todas las personas que estén involucradas en este delito”.
¡PILLADOS!
La investigación al local partió como algo rutinario, pero con el correr de los minutos se dieron cuenta que los cocineros usaban chalas plásticas y no la vestimenta adecuada para cocinar. Además, vivían en pésimas condiciones.
“Hay situaciones que son intolerables. Los trabajadores no pueden hacer su vida doméstica dentro de las empresas de trabajo”, sapeó el director de la Dirección del Trabajo, Rubén Gajardo.
Lo peor de todo es que los fiscalizadores descubrieron que los empleados estaban encerrados con llave al interior de las habitaciones y, cuando abrieron una de las puertas, tres apretaron cachete por un montacargas. Sin embargo, la movida no les resultó y dos ciudadanos chinos más un criollo fueron pillados chanchitos.
Como el local no pasó la prueba de la blancura, los organismos correspondientes lo clausuraron.