Sapean que usan toalla de papel en vez de gasa en Hospital de Rancagua

Con más atados que pacientes partió su marcha el nuevo Hospital Regional de Rancagua, que costó $74 mil millones y mide 90 mil metros cuadrados.

En un poco más de una semana de funcionamiento han debido enfrentar dos sumarios y una paralización de sus funcionarios que alegan no tener ni las más mínimas condiciones para atender a la gallada.

Lo más brígido de la historia es que el vicepresidente de la Fenats de Rancagua, Jorge Faúndez, aseguró que en el servicio de urgencia curan heridas con toalla nova porque no tenían ni un parche curita.

“Parece difícil de creer, pero la situación fue y sigue siendo grave, lo que no tiene lógica si consideramos que este hospital fue entregado al Servicio de Salud de O’Higgins en el 2014 y a la dirección de nuestro centro asistencial en agosto del año pasado. Esta es la marcha blanca más larga e inoperante del mundo”, disparó choreado el dirigente.

Agregó que la directora del recinto asistencial, Sonia Correa, insistió en que no se podía trasladar ni una silla al nuevo edificio, “menos insumos para no arrastrar infecciones intrahospitalarias y porque las actuales dependencias tenían de todo, pero cuando llegamos no había nada de nada y para más remates hay un montón de equipos que no funcionan”, explicó Faúndez.

Agregó que la cuestión llegó a tanto que los funcionarios comenzaron a arrastrar a la mala elementos básicos para la atención desde el hospital antiguo.

Pero los pastelazos no acaban ahí, según el dirigente. “En el sector donde se preparan las mamaderas a los recién nacidos y los niños hay dos tapas de alcantarillado y en la sala donde se elaboran los alimentos para adultos caen aguas servidas desde el techo por filtración de dos baños. Así de insólito”, dijo.

Finalmente lanzó que los profesionales están atendiendo a los pacientes sin fichas porque se suponía el sistema electrónico ya estaba listo. “Entiendo que en un tema de ajuste esto pudiera no funcionar... pero el resto no tiene ninguna explicación”, manifestó.

La ministra de Salud, Carmen Castillo, señaló que siempre los cambios de casa traen dramas para adecuarse, “sin embargo, esto estuvo bien planificado”, aclaró.

Agregó que  “hay un temor al cambio, eso es normal, humano y comprensible. Sin embargo, esto tenemos que superarlo y tenemos que enfrentar rápidamente la asistencialidad y no dejar de lado la atención de nuestros habitantes que hasta ahora sí han tenido ciertas dificultades para poder acceder”.

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