Pese a que lleva toda una vida ligada a las tablas, al actor Otilio Castro (49) jamás le habían pedido un autógrafo, nunca lo había parado un desconocido en la calle y ni por un minuto se imaginó que miles de personas lo tratarían de "sapo CTM" a través de las redes sociales.
Pero desde que Castro interpreta a Pedro Herrera en la serie Los 80 de Canal 13 la relación del teatrero con su fanaticada cambió para siempre.
Sólo en el último capítulo emitido, donde se echó al agua que el hermano perdido de Juan Herrera era en realidad un agente de la CNI infiltrado en la familia, el programa alcanzó un peak de 36,5 puntos de rating, y su personaje fue extensamente basureado en el ciberespacio.
"Yo creo que este papel en Los 80 es el que me ha hecho más conocido. Es el personaje más importante que he hecho en TV", reflexionó Castro, con la humildad de un profesional que en la pantalla enana ha personificado roles ídem.
"Ojalá todo esto me abra las puertas", se ilusionó el actor, quien durante toda su carrera ha privilegiado el teatro por sobre la tele y, hasta ahora, ha mantenido un bajo perfil.
"Al principio no podía creer que la gente pidiera una foto conmigo. Son como los autógrafos del siglo XXI", explicó Otilio, sin engrupirse con el cuento porque "la gente se acerca en buena".
"La otra vez, un caballero me dijo en el supermercado: 'No le haga nada a la Claudita'. Pero siempre con humor", recordó el actor famoso por estos días.
Además de su pega en teatro, donde ha recorrido el país con obras filetes de grandes dramaturgos de todo el mundo, Castro en los últimos años interpretó en la tele a un chofer en la teleserie "Amango" e hizo de conserje en el cocido transgénero "Lola".
Como el encargado del condominio le salió tan bien, actualmente repite su rol de conserje en "Aquí mando yo". También se la jugó en el último capítulo de "Los Archivos del Cardenal".
En su vasta experiencia como actor, entre sus recuerdos brillan varios comerciales que lo hicieron conocido en el barrio, como el de una tarjeta telefónica donde no le prestó el cuernófono a Bam Bam Zamorano de puro apretado.
Asimismo, atesora con cariño su interpretación para promocionar la vajilla de una bencinera o la encarnación casi perfecta de un samurái para una entidad bancaria.
"También he participado en cine. En 'Subterra' personifiqué a un minero y en 'Cachimba' fui un guardaespaldas", precisó Castro con el pecho inflado de orgullo.
Como explica que sin una presencia permanente en la tele es muy difícil parar la olla como actor, Otilio ha tenido pitutos como vendedor de una librería, bodeguero, guardia de eventos, ayudante de barman y, actualmente, como cajero esporádico del restorán "La Chimenea" (en la foto), en el centro de Santiago.
"Algunos colegas a veces te dan trabajo como tramoya, técnico en iluminación, etc. Hay que hacerlas todas en el teatro", detalló.
Pese a su repentina fama y al impacto que ha generado su papel en Los 80, Castro no se urge.
"La gente entiende que lo que uno interpreta es un personaje, no me preocupa lo de las redes sociales, la gente sabe que no es un reality. Yo y el personaje no tenemos nada en común", aclaró.