Según los expertos del corazón, el amor no tiene barreras y cuando Cupido clava la flecha es imposible sacarla, sin importar el lugar, las edades y tampoco si los enamorados están presos.
Y bien lo saben en el Centro Cerrado del Servicio Nacional de Menores (Sename) de la capital, donde mañana prometen celebrar con tutti el Día del Amor.
Entre los tórtolos que andan viendo maripositas y sienten cosquillas en la guata, destaca la pareja formada por Scarlett y Leo. Su historia de amor eriza los pelos y saca suspiros.
Los adolescentes, ambos de 17 años, están privados de libertad desde hace algunos meses por condoros que prefieren no recordar, y durante el encierro fue que se conocieron y enamoraron.
"Al principio nos mirábamos mucho y empezamos a mandarnos cartas, pero éramos sólo amigos", recuerda Scarlett, quien comenta que gracias al pololeo ha mejorado su conducta y se ha vuelto más sociable.
No fue fácil el comienzo de la relación, ya que el lolo tenía un cuento aparte con otra niña, pero como dijo el Papa Juan Pablo II: "El amor es más fuerte" y en este caso vaya que lo fue.
Los chiquillos cuentan que sólo pueden verse en las actividades en conjunto que se hacen al interior del centro, ya que viven en patios separados. "Con suerte podemos vernos algunos minutos al día, por lo que sólo nos comunicamos a través de cartas. Gracias al papel nos hemos podido conocer más", dijo Scarlett.
Como celestinos de la pareja actúan los mismos monitores, quienes reparten las cartas que se envían los lolos. Eso sí, por motivos de seguridad, antes de entregarlas las leen cuidadosamente.
"Es incómodo que (los monitores) lean las cartas que nos enviamos, porque dicen cosas personales, pero así son las reglas y hay que cumplirlas", indicó la muchacha.
Scarlett contó que desde hace algunos días anda un poco tristona. Dice que es porque se acerca el Día de San Valentín y ve difícil que lo pueda celebrar junto a su amado Leo.
Como cualquier mujer enamorada, ella sólo quiere abrazar y besar a su enamorado, pero mañana Leo debe comparecer en los tribunales y existe la posibilidad de que pueda ser trasladado a otro centro de reclusión. Scarlett sospecha que el Día del Amor será puro sufrimiento.
"Sueño con pasar el Día de los Enamorados en la playa con mi pololo, como una pareja normal, pero no se puede", se lamenta la joven.
Scarlett sabe que la posibilidad de alejarse de Leo y de que no lo vuelva a ver por mucho tiempo es cierta, y por lo mismo ya se convenció de que las cartas seguirán siendo la única forma de mantener vivo el amor.
"Conocer al Leo fue algo maravilloso, algo bueno. Él es distinto a todos los demás chicos que están aquí y me hace sentir muy bien", cuenta la muchacha con la cara rodeada de corazones.
La lola no pierde la esperanza de vivir su día de San Valentín junto a Leo y que las autoridades del Sename los reunan al menos unos minutos.
"Ojalá los monitores nos autoricen a pasar el día juntos. Sería bacán estar con él", señaló Scarlett.