Su apellido dejó tirado a Cristián Cuevas ayer, cuando el hombrón tuvo que vivir su propio infierno y soportar temperaturas de 50 grados Celsius en su local de La Florida.
El “california” es dueño de “El Antojo”, donde caen los pollos asados y también se rostizan trutros y pechugas pa’ venderlos a la barra pop en Walker Martínez. Sí, en la comuna que ayer registró la temperatura más alta de Santiago: 36,6º C.
El Cris fue uno de los capitalinos que se achicharró con la ola de calor que golpeó ayer a la Región Metropolitana.
El caregallo no tuvo piedad y sólo se paleteó con los que laburan en un frigorífico, que se salvaron de derretirse con los 35,4º promedio que se sintieron en la mayoría de las comunas capitalinas a las 16.35 horas, según sapeó la Dirección Meteorológica de Chile.
Claro que el solárium de Cris no hay cómo pasarlo, pues viene con yapa. “Es insoportable, no se puede tolerar. La noche es igual porque el asador está todo el día funcionando”, reveló desde su “baticuevas”.
No fue el único que sufrió. Los habitantes de la ciudad de Los Andes ya saben lo que es vivir en un horno, porque ayer se llevaron todos los premiados con 39 º, la máxima que se registró en la zona centro. En Putaendo la cosa estuvo igual de calurosa y hubo una sensación térmica de más de 40 grados, nena.
Pero incluso más que en la zona andina sufre Cristián, quien no halla cómo bajar su temperatura y apenas se salva con una solución parche pa’ no sufrir tanto como sus polluelos.
“La única forma de capear el calor es ir al baño cada media hora y mojarme con agua helada los brazos y la cara. Pero duro cinco minutos y quedo seco de nuevo”, soltó.
PARA DERRETIRSE
Y parece que Cristián tendrá que seguir guerreando con los baldazos de agua pa’ no estar igual de asado que su producto estrella, porque Cristóbal Torres, meteorólogo de la Dirección de Meteorología, reveló que los compatriotas tendrán que sacar los “shores” del clóset porque el calor no disminuirá.
“En enero se espera que las temperaturas máximas estén sobre lo normal. El promedio el año pasado fue de unos 30 grados”, señaló.
Según Torres, el infierno se debe a “altas presiones en la zona centro sur del país. En 1998 también hubo una ola de calor en enero y llegó a 36,6º en la comuna de Quinta Normal”.
Pero esta ola de calor también golpeó con fuerza a la Séptima Región, donde hubo 32º, y en Temuco 30º.
“Es bastante alto para la zona. Lo normal son cerca de 23 grados”, aseguró el especialista.
LIVIANITA
La chica del tiempo Allison Göhler contó que el calor de locos seguirá hoy y bordeará los 33º. ¡A seguir derritiéndose!
“Hay que prepararse, porque esa temperatura es a la sombra. La sensación térmica va a ser mucho mayor”, chachareó la rubia.
La meteoróloga recomendó usar ropita blanca y holgada. Un consejo que Cuevas tomó al pie de la letra.
“Uso sólo una sudadera, porque con camisas quedo todo sopeado. Bueno, pero nadie me mandó a trabajar con pollos asados”, aseguró.
Pero la linda Allison puso paños fríos a su tragedia climática. “El sábado ya tendremos temperaturas de 29 grados”, cerró.
MOTE CON HUESILLOS FUE LA SALVACIÓN
Marcelo Rojas y su esposa Macarena Brandan estaban chatos de quedar achicharrados con su carrito de fritanga. Decidieron dar un giro y quedar rostizados vendiendo mote con huesillos y frutas en el popular 14 de La Florida, justo en Vicuña Mackenna.
“Nos adaptamos para capear el calor. Nos turnamos y a pura agua aguantamos”, soltó.
El comerciante trabaja en una de las comunas más calurosas de Santiago.
“Sabíamos que acá (en La Florida) era caluroso, pero nos va súper bien vendiendo. Si sólo hoy (ayer) se nos fueron 80 litros de jugo y eso que no son ni las dos de la tarde”, señaló Marcelo.
Macarena contó que mantener el producto helado es ultra peludo. “Necesitamos dos sacos de hielo”, soltó.
A “TITO” SE LE DERRITIERON LOS HELADOS
Héctor “Tito” Droguett vende helados y bebidas hace siete años en la misma esquina de Departamental con avenida La Florida.
El caregallo no se apiada de él y ayer con el manso calor que hizo le tocó duro. “La verdad es que estoy todo sopeado. Ando a puro desodorante todo el día para no espantar a la gente”, avisó de entrada.
El vendedor trabaja de doce a siete de la tarde y sintió los 35 grados Celsius que hubo ayer en la capital.
“No se puede estar de pie. Me tapo en un árbol que hay por acá, pero es impresionante. Hace rato que no sentía este calor”, señaló.
Pa’ mantener su producto fresquito reconoció que lo trae congelado de la casa. “Está con hielo, pero hoy (ayer) no ha servido mucho, está todo derretido”, dijo.
ELIANA APENAS AGUANTÓ EN SU “SAUNA”
Para Eliana Gallegos su pega está más cerca de ser un sauna. Labura en un local de cómida rápida en La Florida, donde se venden completos, platos preparados y pollos asados.
Trabaja con un horno que eleva la temperatura de su pequeño espacio de trabajo hasta los 40 grados, algo a lo que, aseguró, está ultra acostumbrada.
“Lo aguanto. El cuerpo ya se acostumbra. Para mí la clave no es andar mojándose, porque se te calienta el cuerpo igual. Es pura costumbre, para mí es como un sauna, lo pienso así”, reveló.
La floridana cacha que su comuna es ultracalurosa y reconoció que “en mi casa es peor que acá en la pega, porque vivo en departamento. La única forma de soportarlo es dándome duchas tibias”, sentenció.