“Se considera a sí mismo una persona enviada por Dios…”: biógrafo de Putin habla tras el ataque de Rusia a Ucrania

Marcel Van Herpen revela que el Presidente ruso creo que “tiene la tarea de revertir la desaparición de la Unión Soviética”.

Sin dudas, Vladimir Putin se encuentra en el ojo del huracán luego que Rusia concretara este jueves su ataque a Ucrania.

Y cómo no, si fue el propio Presidente ruso quien, a través de un video, anunció una “operación militar especial” en su país vecino.

Eso sí, la idea de Putin de invadir Ucrania no nació de la noche a la mañana. Así lo dejó Marcel Van Herpen, autor del libro Las Guerras de Putin, quien habló tras lo ocurrido en las últimas horas.

“El objetivo de Putin es conquistar la mayor cantidad posible de territorio ucraniano. La razón de esto es que Putin considera a los ucranianos como ciudadanos rusos que se independizaron por accidente en 1991″, revela en investigador holandés en diálogo con La Tercera. Esto último, en relación al fin de la Unión Soviético ese mismo año.

La reflexión de Van Herpen

Y en esa misma línea, agregó: “se considera a sí mismo como una persona enviada por Dios que tiene la tarea de revertir la desaparición de la Unión Soviética. Intentará ocupar el puente terrestre entre el Donbas y Crimea, que unirá Crimea directamente con Rusia. Pero sus planes no se detienen ahí. Una ocupación de la costa y los puertos del Mar Negro también está en su lista de deseos. Si puede conquistar Kiev depende de la resistencia del Ejército ucraniano. Al igual que en la década de 1930, cuando Hitler inició sus guerras de agresión contra Checoslovaquia y Polonia, la posibilidad de que esta guerra permanezca restringida y siga siendo un evento aislado es pequeña. Todo el sistema de seguridad europeo y mundial ha sido socavado y uno no sabe a qué conducirá esto”.

Pero eso no es todo, pues Van Herpen asegura que “la situación sobre el terreno está cambiando rápidamente. El objetivo de Putin es ocupar Kiev lo más rápido posible e instalar un gobierno Quisling. Esto recuerda a Hungría en 1956 y Checoslovaquia en 1968 cuando la Rusia soviética invadió estos países e impuso un proceso de ‘normalización’, nombrando respectivamente a Kadar y Husak como nuevos líderes ‘compatibles con el Kremlin’ de estos países”.

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