La asistencia de la emergencia fue criticada en un principio pero al parecer, todo fue patológico y no había mucho que hacer.
Conmoción causó el fin de semana la muerte de Claudio Agurto Spencer, el corredor de 51 años que falleció mientras participaba de la Maratón de Santiago.
En primera instancia, muchas fueron las quejas al referirse que la primera ambulancia que asistió a la persona no contenía desfibrilador, lo que habría dificultado la reanimación, asistencia que llegó siete minutos después al lugar en donde el corredor se desmayó. Desde la organización confirmaron esta información, agregando que 12 minutos después Claudio fue atendido con un desfibrilador, pero ya nada se podía hacer.
"Según el certificado de defunción, murió a causa de un taponamiento cardíaco, secundario a una disección aórtica complicada, patología de altísima mortalidad que no puede ser revertida mediante desfibrilación", indicó el Hospital del trabajador a Las Últimas Noticias.
En conversación con Radio Bío Bío, el jefe de Servicio de Urgencias de la Clínica Vespucio, Franco Utili, afirmó que "producto de la rotura de la aorta, el corazón está siendo apretado por la sangre que llenó la membrana que lo envuelve, el pericardio, que tiene capacidad limitada (...) Con el sangramiento se produjo una presión tal que el corazón no se pudo expandir para seguir bombeando la sangre. La arteria aorta es la cañería principal del corazón (…) y si se rompe, el corredor no tenía posibilidad de sobrevida, incluso estando en pabellón a corazón abierto".