No hay peor astilla que la del mismo palo, se repite una y otra vez el nonito Luis “Nano” Nuñez, quien de la noche a la mañana pasó de ser un tata millonario a un triste y pobre abuelito abandonado que duerme al interior de un bus.
Todo comenzó en 1998 cuando el titán laburaba como chofer en las micros amarillas y se sacaba cresta y media pa’ mantener a su familia. Tanto, que la vida lo premió y se ganó 400 millones en el Loto.
Tras cobrar el premio mórbido, el tata compro 4 casas (una para cada hijo), un tocomocho, una funeraria y una ambulancia. Esta última, para la pipol de su barrio, a quienes quiso darles una manito.
Lo penca, fue que pese a todos sus esfuerzos por entregarles un buen vivir, a don Nano le pegaron la PLR en la casa y le quitaron hasta el saludo. Lo peor, que todita la plata que ganó la terminó invirtiendo y los bienes son administrados por su familia. ¿En resumen? No tiene ni uno.
"He pensado muchas veces en suicidarme", confesó el viejito anoche en el cocido Mentiras Verdaderas de La RED. Ahí y en cháchara con el Nacho Franzani, el nono acusó haber sido estafado por sus parientes y mostró la forma en que vive. Al interior de un bus de su propiedad, pero que está igual de botado que él.