“No debió haber ido a ese lugar en esas condiciones”, lamentó la joven.
Stephanie Soto, parece del cabo David Florido, quien fue asesinado hace una semana en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, se refirió al asesinato que remece a toda una familia y a Carabineros de Chile.
En diálogo con LUN, la mujer contó detalles de su relación sentimental. “Al poco tiempo de estar juntos, me dijo que después de 17 años se había vuelto a enamorar. Quería que lo supiera, que lo que sentía, era muy fuerte. Y yo sentía lo mismo. Yo venía saliendo de una muy mala relación y él de un matrimonio que no resultó y de pronto sentimos esto juntos. Fue muy bonito”, explicó.
Sobre su rol de carabinero, la joven explicó que a David “le encantaba su trabajo (...) le gustaba la adrenalina. No le gustaba que se le arrancara nadie, le gustaba pillar a los delincuentes, a los traficantes. No se quedaba quieto. Iba a todas”.
“Pienso en su última noche, en su último procedimiento, cuando le dijeron a David que debía ir a una barbería donde había hombres armados con pistolas automáticas. Los mandaron solos y David seguramente no dudó, porque siempre iba a todas. Pero no debió haber ido a ese lugar en esas condiciones”, complementó.
Sobre el último día que lo vio con vida, Stephanie recordó que “David, usualmente, se despertaba, se bañaba y se vestía súper rápido para ir al trabajo, pero esa mañana se detuvo a mitad de camino para darme un abrazo muy apretado. Te amo, me dijo. Yo también te amo, le dije de vuelta. Luego, en la tarde, fue a buscar su almuerzo y esa fue la última vez que lo vi”.
“Todo terminó en un segundo”
Respecto al momento en que se enteró del fallecimiento, la mujer recordó que fue una ex compañera de colegio, quien está casada con un carabinero, quien le dio la triste noticia.
“Fue ella la que me dijo lo que había ocurrido. Que David había recibido un balazo en la cabeza y que estaba en el Hospital Barros Luco (...) Me volví loca, entré a una sala donde estaban todos sus compañeros. Uno de ellos me dijo que David había muerto. Enloquecí. Entré en la sala donde estaba, todo ensangrentado y muerto. Lloré, grité, pataleé. Mal, mal, mal. Se me nubló todo. No se puede describir tanto dolor”, lamentó.
Finalmente, la joven reconoció que “todos los planes, todos los sueños, toda nuestra historia terminó en un segundo”.