Con 28 licencias médicas mulas listitas para rellenar con el nombre y RUT de algún cliente, pillaron a un siquiatra que había montado con una verdadera pyme, en el paseo Ahumada de Santiago.
El doc, identificado como Jaime Barros Ortiz, contaba con captadoras que salían a la caza de posibles pacientes en la vía pública que no presentaran buen semblante y les ofrecían el reposo médico para recargar pilas, según informaron fuentes cercanas a la investigación de este caso.
A pesar de que no es primera vez que el siquiatra se ve involucrado en líos por licencias truchas, finalmente fue un sabueso de la PDI que de casualidad cachó la movida y denunció. ''Un funcionario de la Bridec que estaba realizando actividades personales en el centro de Santiago, se percata de que diversas personas estaban al interior de un café aportando datos personales y otras llenando licencias médicas'', explicó el fiscal Sebastián Gana.
En total, fueron 9 personas las detenidas por el atado de los reposos truchos. Entre ellos, cuatro promotoras, cuatro clientes y el mismo doc. Tras ser formalizados, todos quedaron con arraigo nacional y el médico no podrá poner su rúbrica en ningún otro documento de estas características mientras dure la investigación.
Según la fiscalía, el doc operaba hace un poco más de un año, cobraba 70 lucas por licencia de 15 a 30 días y los dejaba amarrados para volver por más.
Al momento de la detención, se incautaron $2.180.000 que aparentemente serían producto de la venta de los documentos, señaló el Ministerio Público.
El abogado Rodrigo Varela, de la organización Inmune, seguro que por la acción de este doctor el sistema privado de salud habría perdido 100 palos y Fonasa como 300 palitroques más.
