Los resultados de la Encuesta Casen aterrizaron de golpe y porrazo las pretensiones de un país que se ufanaba de comenzar a rasguñar el umbral del desarrollo.
Que el 15,1% de los chilenos sobreviva con escuálidos 64.134 machacantes per cápita al mes no admite muchos análisis optimistas.
La Cuarta, el diario popular, quiso ponerse en los pantalones de todos esos jefes de hogar urbanos que se parten el lomo todos los días para mantener a su familia, con la remota esperanza de "tiempos mejores".
Con cifras propias y de fuentes oficiales, confeccionamos este simple gráfico que, por sus perturbadores evidencias, cuestiona de verdad la conveniencia de trabajar o no cuando lo que se gana es mucho menos de lo que se necesita para sobrevivir.
No consideramos ni siquiera la posibilidad de que esos 2.564.032 compatriotas que están bajo la línea de la extrema pobreza tengan la posibilidad de divertirse o de darse un gustito. ¿Vale la pena sacrificarse tanto para vivir sobregirado?
La miseria es la más negra de nuestras vergüenzas y la excusa más manida para justificar conductas sociales tan indignantes como la delincuencia y el vandalismo.
Anoche, el Presidente Sebastián Piñera reaccionó ante el "triste retroceso" que mostró la Casen entre 2006 y 2009, y se comprometió a crear 250 mil pegas este año, a crecer a un 5% anual, invertir en "educación de calidad", implementar una nueva Ficha de Protección Social y aumentar la frecuencia con que se mide la pobreza.
AHORA ES EL INE EL QUE NOS GOLPEA CON MÁS CIFRAS...
500 mil familias del decil más bajo de nuestra sociedad, esto es, 2.143.353 personas, se las arreglan con 169.700 pesos al mes. Estos grupos familiares tienen en promedio 4,3 integrantes y el dinero que ganan en conjunto es apenas el 2,8% del ingreso medio mensual de todos los chilenos. ¡Glup!
