Cuando Pablo Zúñiga encontró el cuerpo, los niños estaban jugando junto a su padre ahorcado. Solos, sin mudar y con hambre.
El hombre que descubrió el cadáver, y que ayer llegó hasta la casa de Jonathan Román (23) con la intención de arrendarle una pieza en el sitio, relató que el pequeño de tres años gritaba: "Mi papá está muerto", mientras corría desorientado por el patio de su casa.
El peque, junto a su hermanita de dos, fueron los únicos testigos de la terrible decisión de su padre, Jonathan Román (23), que se quitó la vida colgándose de un níspero frente a sus niños, en San Antonio.
Zúñiga agregó que los peques no entendían qué sucedía. Estaban sucios, sin mudar y mojados de pies a cabeza.
El capitán de Carabineros, Diego Rojas, reconoció que la escena "fue muy chocante, porque los niños estaban atemorizados y solos con el cadáver, uno como padre queda choqueado".
Los niños fueron trasladados al Hospital Claudio Vicuña de San Antonio para conocer su condición de salud, preocupados especialmente por la chiquitita, que padece autismo.
La muerte del joven padre dejó muchas interrogantes, la principal de ellas es dónde estaba la madre de los niños al momento de la tragedia. De acuerdo a indagaciones de la policía, la pareja tenía antecedentes de violencia intrafamiliar.
Según el informe preliminar de la PDI de San Antonio, el cuerpo de Román tenía una data de muerte de 10 horas cuando fue descubierto.