Sebastián sueña con ir a clases en su silla de ruedas eléctrica

Joven con artritis juvenil depende de otras personas para cursar la carrera de técnico en sonido, por lo que le urge el aparato para moverse.

Sin perder la esperanza de que alguien lo pueda llevar a sus clases de técnico en sonido despierta todos los días Sebastián Catalán Cuéllar, de 22 años, quien desde los 10 depende de una silla de ruedas para trasladar.

Este estudiante de primer año sufre de artritis juvenil, una enfermedad degenerativa que afecta a los niños y que provoca inflamación de las articulaciones, dolor, rigidez y pérdida de movimiento. Además, afecta cualquier articulación, pero es más común en las rodillas, las manos y los pies.

"Hace un tiempo que, debido a la inflamación de mis dedos, no puedo mover la silla de ruedas, por lo que necesito que alguien me lleve. Dependo siempre de alguien para que me traslade", explicó Sebastián.

"Tengo un tío que estaba cesante y que me llevaba para todas partes, principalmente a la micro para ir a clases. Pero hace un tiempo encontró trabajo y ya no tengo quien se encarge, por lo que empecé a tomar taxi y Uber, pero mi familia es de clase media y el bolsillo no aguanta con estos gastos", agrega el hincha de Colo Colo.

Poco inclusiva

El principal problema que tiene Catalán es que la ciudad no está diseñada para alguien que se mueve en silla de ruedas, ya que la mayoría de las calles y veredas están en mal estado.

"Las calles no están diseñadas para nosotros, falta ser inclusivo. La gente se acuerda estos temas sólo cuando hay Teletón, pero debería ser todo el tiempo, es una ciudad poco amigable", agregó el estudiante.

"Hemos postulado a la municipalidad acá en Pudahuel para una silla de ruedas eléctricas, pero no quedamos seleccionados, tal vez por puntaje, pero no bajaremos los brazos. Ojalá alguna persona pueda echarnos una manito, ya que mi hijo necesita una silla eléctrica para poder ir a clases", indicó Alejandra Cuéllar, madre de Sebastián.

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