El Presidente mostró su profundo pesar por la muerte de su viejo quiltro callejero que adoptó después de que fuera atropellado por un auto en medio de su última campaña. Será enterrado en el patio de su casa.
En plena campaña presidencial, el 4 de marzo del año pasado, Sebastián Piñera participaba de una caravana de vehículos que circulaba por Peralillo, en la Región de O'Higgins, cuando vio como una camioneta aplastaba a un perro negro, que resultó con su cráneo fracturado.
"El auto lo dejó prácticamente a la puerta de la muerte y se fugó. Nosotros que íbamos atrás paramos y auxiliamos al perro accidentado y lo llevamos a un veterinario en Santa Cruz, y luego los traje a Santiago donde lo operaron.
Tenía muchas hemorragias internas, estaba en muy mal estado", detalló a La Cuarta el Mandatario.
Primero Piñera le puso Tatán, pero sus nietos lo rebautizaron como Cholito. "El perrito se recuperó y lo llevé a mi casa y lo adoptamos, y estos casi dos años que estuvo con nosotros fue un gran compañero, un gran amigo, nos alegró la vida y especialmente a mis 11 nietos que lo adoraban y jugaban con él, que era como un hermano más".
Desgraciadamente, la mascota murió el miércoles, y sobre el deceso Piñera explicó que "había tenido muchos accidentes, y pasó mucho tiempo mientras estuvo con nosotros internado en veterinarias, porque estaba mal de salud y se juntaron los tres jinetes del Apocalipsis: la enfermedad, la vejez y la adversidad".
"Este era un perro de la calle, muy cariñoso, simpático y juguetón, siempre muy contento, movía la cola permanentemente en señal de felicidad", recordó.
Sobre su relación con el difunto, el Presidente dijo que "era muy simple, todos los días que salía en la mañana al primero que veía era al Cholito que salía a despedirme, y cuando llegaba en la noche al primero que veía era al Cholito que venía a saludarme siempre caminando con dificultad, pero moviendo la cola".
Piñera reconoció que la muerte de su amigo lo afectó. "Uno se encariña mucho, sobre todo porque era un perro muy simpático. Si fuera un ser humano tendría el equivalente en edad a más de 100 años; imagínese, estaba en la cuarta o en la quinta edad".
También cuenta que "tenemos otro perro en la casa que es una perra fina (Bimba); por tanto, decíamos que eran la dama y el vagabundo, porque una es muy fina, alta, esbelta, que me la regalaron, y el Cholito, que era un quiltro, y entre ellos se entendían a las mil maravillas".
Los restos del animal serán sepultados en el patio de la casa del Presidente, quien invitó a la ciudadanía a priorizar la adopción de mascotas en vez de la compra. "Cholito nos demostró que no hay mayor muestra de agradecimiento y cariño más fiel que el de un perrito adoptado... les aseguro que nunca se arrepentirán".
"Pasé una noche muy mala, me despertaba a cada rato pensando en él"
La Primera Dama, Cecilia Morel, también estaba achacada por el deceso del perrito adoptado. Contó que el anciano animal ya estaba casi ciego y sordo, pero aún tenía buen ánimo.
"Ayer fue un día muy triste, le tenía muchísimo cariño a Cholito. Pasé una noche muy mala, me despertaba a cada rato pensando en él, tengo mucha pena", declaró.
En tanto, su hija Magdalena, quien compartió mucho con la mascota, escribió en redes sociales que "tanto nos alegraste los días… y ahora tanta tristeza nos da que ya no nos acompañes… Adiós Cholito".
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