Una nueva historia comenzó a escribirse la mañana de ayer en La Legua Emergencia. Luego de que las autoridades iniciaran el plan de derrumbe de los muros que separan a ese sector de la Villa Los Jardines II, de San Joaquín.
El problema es que los vecinos del otro lado de calle Mataveri están preocupados porque el blindaje que instalarían en sus casas recién se ejecutará la próxima semana. "Ojalá que de aquí al lunes no haya balaceras. Era lo único que nos daba protección. Acá los que sufrimos somos nosotros, el intendente no tiene idea", contó María Ortiz. Vecina que vive frente al pasaje Karl Bruner, el primero en ser abierto.
"Hemos dicho que junto con la intervención policial y el trabajo coordinado con Fiscalía para incautar armas, se requiere de una intervención urbana y social en La Legua Emergencia. En ese lugar hay verdaderos búnker dentro de pasajes ciegos", dijo el intendente Claudio Orrego.
VECINOS DIVIDIDOS
Los vecinos de ambos lados saben lo complicado que es el ambiente en La Legua Emergencia. Y La Cuarta, también, tras adentrarse por varias semanas en la población para conocer la vida de un "legüino".
Al andar por sus angostos pasajes queda claro que los clanes de "Los Gálvez", "Los Cochinos" y "Los come perro" mandan en la zona. Eso sí, la pugna está entre los dos primeros, quienes desde octubre se agarran a balazos por diversas razones, entre ellas, el territorio y uno que otro lío de faldas.
Este año la PDI ha realizado 62 allanamientos en ese sector. Sólo 50 personas han sido detenidas por delitos de tenencia de drogas, armas y contra la propiedad.
Un hecho que causó sorpresa al interior de la población, fue que en las casas allanadas a "Los Gálvez" encontraron "soldados" colombianos, quienes debían evitar que "Los Cochinos" se tomaran el lugar. De hecho, uno de ellos fue herido y debió ser internado en el hospital Barros Luco.
El poder de fuego que hay en la población, no es menor. En los operativos llevados a cabo por los detectives se decomisaron 21 armas (3 pistolas, 12 revólver, 4 escopetas y 2 fusiles). Poco para todo lo que se vivió durante la balacera.
"Al tener pasajes cerrados, es muy complicado para ejecutar las intervenciones policiales y evidentemente, las demás tareas investigativas. Por otro lado, es muy difícil conseguir vecinos que se atrevan a declarar, por el temor que generan en ellos los delincuentes", dijo el jefe de la Prefectura Metropolitana Sur, subprefecto Gastón Herrera.
Pero ojo, que esto se debe a que también las bandas de narcos arriendan el arsenal antes de enfrentarse. "Más o menos una pistola cuesta $900 mil en el mercado negro", datearon fuentes al interior de la población.
ARMADOS HASTA LOS DIENTES
Otra forma de conseguir armamento es a través de los conductos regulares, es decir, en las armerías. Para ello, los narcos capacitan a sus "soldados", los visten bien y les consiguen certificados psiquiátricos falsos para presentar en los negocios del rubro.
Una vez que reciben las pistolas, las guardan unas semanas y se declaran robadas ante Carabineros o la PDI. Semanas después se ingresan al mercado informal a un millón de pesos.
¿Y qué pasa con la persona a la que le robaron el arma? Desde la Dirección General de Movilización Nacional del Ejército aseguraron que "en el caso que desee inscribir una nueva arma, la autoridad previamente, deberá determinar si la persona cuenta con la idoneidad para poseerla y con el cupo necesario".
Hasta septiembre de este año, a nivel nacional, se inscribieron 5.185 armas en los 265 casas comerciales habilitadas. Se declararon robadas 872, 177 hurtadas y 1.338 extraviadas.