"Estamos entrenando pegándole patadas a los árboles y a las ramas", dice Álvaro Gagliano (34), quien está chato de tener que dar clases a pata pelá en el pasto de una plaza que está al frente del gimnasio Polideportivo de Ñuñoa.
Este profesor de taekwondo nos relató que todo partió cuando volvió al país de un viaje por la India, en febrero pasado, donde estuvo dos meses en unos congresos sobre la misma actividad, y la Corporación de Deportes de la comuna le dio la PLR, ya que él no aceptó las nuevas condiciones de su contrato.
Ahora está como el amigo pobre de Jackie Chan, dando golpes de puño a las plantas y haciendo sus necesidades al aire libre, porque no tienen ni un rinconcito de privacidad.
"Ayer tuve que ir al baño atrás de los árboles y es algo muy incómodo. Imagínate que los niños se cambian en la plaza y para tomar agua se traen botellas de sus casas", afirmó el instructor.
El maestro está preocupado, ya que desde la primera semana de marzo entrenan en esas condiciones y sus discípulos están chatos por las condiciones en que practican: "Son cerca de 60 alumnos que tienen que practicar descalzos en la plaza, pinchándose con los vidrios que hay, porque la gente viene a carretear y nosotros tenemos que limpiar antes de poder entrenar".
Lo más cuático es que con tantos hoyos que hay en el pasto los karatecas ya tienen los tobillos todos machucados. "El pasto es un crimen, tiene muchos agujeros, entonces uno entrenando se puede doblar el pie y fregó con la competencia. Necesitamos urgente un gimnasio por lo menos tres veces por semana", pidió Gagliano, que representó a Chile en el campeonato mundial de 1999 en Buenos Aires.
Entre sus alumnos está Juan Sebastián Gross (18), cinturón negro y que logró el primer lugar en la Copa del Mundo de Punta del Este en 2008.
El profe, que laburó 12 años en el Polideportivo, aseguró que le cerraron las puertas en ese lugar y ya no cuenta con los elementos necesarios para practicar este deporte olímpico.
"No me dejaron entrar más. He ido seis veces a buscar los materiales y me dan excusas", dijo Gagliano, que afirmó que en ese recinto hay 100 planchas de piso tatami y escudos deportivos.
Lo que tiene más urgido al karateca es que sus pupilos lueguito comenzarán a representar a Chile fuera del país.
"Nosotros queremos que alguien nos abra las puertas para entrenar. En dos meses tenemos que ir a competir a Buenos Aires y en febrero del próximo año está el Campeonato Mundial en Canadá", confesó el cinturón negro.
EN CORPORACIÓN AFIRMAN QUE LE TIENEN EL SUELDO
El diario pop se puso en contacto con la Corporación de Deportes de Ñuñoa, que entregó su versión de los hechos, y señalaron que esperan que el profe de artes marciales retire sus materiales del gimnasio. Además niegan que no lo dejarán entrar.
"Sabemos que son de él (los elementos deportivos) y están a su disposición desde el 1 de marzo y no ha querido venir a buscarlos", afirmó Vladimiro Mimica, empleado de la Corporación. Agregó que incluso tienen el último sueldo de Gagliano y que éste no lo ha ido a buscar: "Acá tenemos su cheque desde el 28 de febrero a su disposición y no se ha aparecido por estos lados".
El organismo recalcó que las personas que están recibiendo clases en la plaza son alumnos de él y que no tienen ninguna relación con el Polideportivo.
