Sergio Rivera acaricia orgulloso sus muebles, como si estuvieran forrados en piel de mujer.

"Sergio y Blanca" se llama uno de sus locales, enclavado en la orilla de la carretera en Santa Rosa de Pelequén.

"Son 48 talleres que reúnen las mejores manos e inspiraciones de la localidad", dice orgulloso el virtuoso del serrucho, el cepillo y el barnizado.

- ¿Imitan muebles cuicos estilo "Lucho", algunas de cuyas piezas se han encontrado incluso en la municipalidad de Pelarco?

- No, pero a propósito de poltronas para apotingarse puedo decirle que Raquel Argandoña compró varias sillas victorianas, que tienen una pieza de madera en forma de reloj de arena en el espaldar, para que a nadie se le enchueque el espinazo, y asentaderas de totora tejida. Esta joyita también cautivó el corazón de Cecilia Echenique, Lucho Jara y el empresario Carlos Cardoen. Y nadie puede negar que don Carlos es un entendido en cosas de buena calidad. ¡Ah! Y si se encuentra en una parrillada con Claudio Borghi, dígale que regrese pronto porque el sillón vikingo que le gustó tanto a su querida suegra, aún lo está esperando.

REVISTAS

Ya más en confianza, don Sergio confiesa que si bien los talleres están repletos de jóvenes aprendices y maestros con harta cachativa y creatividad para inventar nuevas bancas, mesas de centro, arrimos y aparadores, también están capacitados para copiar los modelos que les traen dibujados o recortados de revistas sabatinas las dueñas de casa o decoradores.

"Tenemos clientes hasta en Puerto Montt", dice orgulloso el gurú de la viruta y las nobles maderas nativas.

AUTOPISTA LOS TIENE AISLADOS DE CLIENTES

Para la mayor parte de los artesanos, el gran escollo para mejorar el negocio es la autopista concesionada, que los dejó enrejados tras un muro de malla de gallinero.

La buena madera reemplazó a la curagüilla como sostén económico del pueblo."Hasta hace algunos años vivíamos de las escobas de curagüilla, las mismas que usan las brujas para asistir de noche, en pelotas, a los carretes o aquelarres con el diablo. Hoy, con este nuevo emprendimiento, las cosas han cambiado del cielo a la tierra", remacha Rivera.

Manuel Vega O.