Si quiere reírse, pasar un buen rato sin grandes pretensiones, vea Si Fueras Yo, no saldrá arrepentido e incluso lo hará con una sonrisa.
La película tiene momentos de gran hilaridad, pero también hay otros donde se abusa demasiado de situaciones que de rebuscadas pasan a ser obvias.
Lejos lo más destacable del filme es la pareja dispareja que forman Ryan Reynolds y Jason Bateman, los protagonistas del cocido, y que saben sacar partido al cambio de personalidades que sufren. Los problemas, el guateo, viene del entorno.
Mitch (Ryan Reynolds) y Dave (Jason Bateman) eran dos amigos inseparables desde niños y hasta la adolescencia.
Ya de adultos, sus vidas toman caminos muy diferentes. Dave, se titula de abogado, encuentra un buen empleo, se casa y forma una familia con dos niños; Mitch, es soltero, bueno para el tandeo y no toma responsabilidades ni en lo laboral y menos en lo sentimental.
Cada uno parece muy feliz con su vida, lo que no es tan así. En medio de una borrachera Dave desea tener la vida de su amigo, y sucede. Con el hachazo en pleno, despiertan en el cuerpo del otro. ¡Tenga cuidado con lo que desea!