¿Se acuerda cuando Pelón Acosta usaba los mismos apuntes con los que explicaba su sistema táctico para después prender el carbón del asado? Eran otros tiempos. ¿Y cuando el chanta Oñate metía su camarita amiga hasta en el jacuzzi de Zamorano? ¡Ufff! Pero cambia, todo cambia, y ni siquiera los hinchas se salvan de la nueva Roja.
Primero fue la alergia al bombo de papi Harold. Y ahora, ¿quién podrá meter ruido? Sólo las cuerdas vocales de los asistentes al estadio, snif. En otras palabras, un estilo inglés, pero con sello sudaca. ¿Y los fuegos artificiales? ¡Error! Erradicados de Ñuñoa y sus alrededores cada vez que juega Chile.
Claro que la nueva "recomendación" de la ANFP suena a Elisa resucitada al tercer día. "Para garantizar la seguridad de los asistentes al Estadio Monumental, los hinchas deberán portar la camiseta de la Selección y no alguna alusiva a clubes", se leyó en en comunicado entregado por la casa del fútbol.
¿Cómo dice que dijo? Tal cual. Así que ya no podrá ver al Anarkía con la "U" en el pecho o al Pancho Malo con la alba interpretando el "puro Chile es tu cielo azulado". ¿Y si no cumple con el mandamiento de la ANFP? Estará condenado a tres zamarreos y un día.
Y ojo, que también se informó que las puertas se abrirán a las 17.30 horas y que ningún aliento en escabeche podrá ingresar a la Ruca. ¡Ah! Todos los niños que asistan deben tener su entrada en mano y serán cerca de 900 carabitates quienes trabajarán el día del partido.
