El heroico equipo médico del hospital Kamal Edwan, en Gaza, se ha negado a evacuar el recinto tras el aviso de una inminente invasión terrestre por parte de las fuerzas israelíes.

En el lugar han permanecido algunos familiares de hospitalizados, pero muchos no tienen quién los acompañe. El Dr. Hussam Abu Safiya declaró para Reuters que no dejarán a los bebés que no pueden sobrevivir sin la ayuda del equipo médico.

“Si quieren matarnos, mátennos, mientras seguimos trabajando aquí, no nos iremos” aseguró el médico. Los pacientes necesitan “días y semanas” para asentarse en otro lugar.

No se pueden movilizar a los heridos

Los ataques que realiza Israel, ya no sólo son por vía aérea sino también por vía terrestre. De los 2.450 fallecidos, una cuarta parte son niños.

Los médicos temen que movilizar a los menores heridos implique un riesgo de peligro muy alto. La mayoría se encuentra en un estado complejo y requiere de equipos médicos que puedan seguir funcionando con electricidad y oxígeno, servicios que han sido interrumpidos por Israel durante la última semana.

El recinto cuenta con escaso suministro de combustible, pero es el único lugar que tiene una unidad de cuidados intensivos en el norte de la Franja de Gaza. “Trasladar a los niños de este lugar significa imponerles una sentencia de muerte”, dijo el doctor.

La situación es crítica, las áreas de emergencia se están quedando sin medicamentos y los palestinos se ven obligados a realizar largas caminatas hacia el sur de Gaza, pero la travesía es dura debido a que Israel continúa con los bombardeos.

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