Antonia Orellana habló sobre el proceso judicial, el trato que se le dio a las víctimas del director además de cómo deberían tratarse situaciones así en el futuro.
La tarde de ayer el Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar dictó sentencia en contra del director Nicolás López, encontrándolo culpable de dos casos de abuso sexual por lo que fue condenado a 5 años y un día de presidio efectivo. Esta situación ha generado repercusión en diferentes espacios, y durante la tarde de ayer la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana se refirió al caso durante una entrevista con Radio ADN.
Si bien Orellana específico que como parte del poder ejecutivo no podía referirse a decisiones judiciales, sí se refirió a diferentes aspectos del caso, como el trato que se le dio a las víctimas, desde la dificultad que tuvieron para poder denunciar debido al entorno en el que trabajan, hasta la revictimización que vivieron durante el proceso de juicio.
“Primero, que aquí hay un grupo de sobrevivientes de abuso sexual, eso ya fue constatado por la justicia, a las que les costó mucho denunciar porque hay una cultura de encubrimiento en el sector en que se desempeñen”, comenzó a explicar la ministra. Posteriormente criticó que desde la defensa del director se usara como estrategia denostar a las víctimas.
“A través de todo el juicio pudimos ver cómo lamentablemente aún en la cultura judicial de nuestro país se siguen ocupando los estereotipos, se sigue recurriendo a golpes bajos en lo que refiere a la reputación o cuestiones de ese tipo para poder ejercer la defensa”. Orellana también expresó que probar casos de abuso sexual se hace más difícil porque no se escucha a las mujeres, algo que se vivió en el ambiente artístico. “Probablemente si se hubiera escuchado antes a las mujeres del entorno cultural, quizás no habríamos llegado a casos tan extremos”.
“Esperamos que el sector cultural esté a la altura”
La ministra también aprovechó para recordar el caso extranjero, específicamente el de Harvey Weinstein en Estados Unidos, el cual provocó que se realizaran cambios dentro de la industria para evitar situaciones de abuso. “Lo que provocó fue una reacción de la industria demandada por las y los espectadores, fue presionada por la opinión pública, a establecer protocolos más transparentes respecto a los castings, a cómo prevenir la violencia, cómo hacerse cargo de proteger a las y los menores de edad que actúan”.
Sobre lo que pueda pasar en el caso chileno, la ministra espera que se produzca un cambio en la industria cultural del país. “En este caso esperamos que el sector cultural esté a la altura, porque ya hay bastantes reclamos. Estas eran cosas que se iban conversando medio secreto a voces y digamos que con este proceso judicial toman fuerza”, finalizó la ministra.
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