Sebastián Vackflores señala que está dispuesto a perder la vida con tal de que Rusia abandone el territorio invadido.
La invasión de Rusia en territorio de Ucrania es uno de los conflictos bélicos vigentes más devastadores, afectando a la población civil y amenazando constantemente la tranquilidad de los ucranianos. Este fin de semana se cumplen dos años desde que estalló la guerra, y el chileno Sebastián Vackflores no piensa desistir.
El joven militar de 28 años que se unió voluntariamente a la línea de defensa en Ucrania en 2023, y en este tiempo se ha visto bastante complicado en algunas circunstancias, sin embargo está con la misma motivación que el día uno. En entrevista con Telemundo, el chileno reveló que estuvo cerca de la muerte mientras comandaba una unidad bajo un ataque ruso.
“Si tengo que morir en acá, para mí va a ser un orgullo”, señala Sebastián, quien se enfrentó a una fuerte explosión muy cerca, quedando seriamente dañado en uno de sus brazos.
“Un dron me lanzó una granada, me hirió en un brazo, me coloqué un torniquete, continué comandando a mi unidad y después de que perdimos contacto en una segunda instancia, siendo yo el último hombre, un dron lanzó una bomba que me cayó como a dos metros. Me alcancé a cubrir el cuello y bueno, sacrificando mi brazo”, relató.
“Todos aquellos que llegan a Ucrania a combatir, a luchar por este país, por la libertad, por la democracia y contra el totalitarismo, estamos siendo fieles a nuestros ideales”, señala Vackflores. Según relata, está consciente de que cualquier día podría morir, pero siente que la causa que lo motiva lo vale.
“Cuando pensé que me podría morir, dije ‘bueno, me voy a morir peleando por aquello en lo que creo”, confesó.
¿Qué lo motivó?
El militar relata que decidió enlistarse en las tropas ucranianas luego de ver durante varios meses cómo escalaban los niveles de violencia en el país producto de la invasión rusa. “Veía eso y decía ‘alguien debería hacer algo’. Y después me puse a pensar ‘bueno, soy militar, tengo experiencia, conocimientos, ¿por qué no lo estoy haciendo yo?”, comentó.
“Fue una decisión super difícil. Primero envié ayuda humanitaria, equipamiento táctico, fui a Ucrania a entregarlo y la gente me trató tan bien que decidí que mi lugar era allá”, agregó.
A criterio de Sebastián Vackflores, fue el cariño de la gente lo que lo motiva hasta el día de hoy a luchar por Ucrania, y si bien recibe un sueldo de poco más de 3.300 dólares, ese dinero no es la principal razón.
“En realidad, si consideras el factor monetario no es como el mejor negocio del mundo. Alcanza para vivir con dignidad”, indicó.
“La fortaleza en sí viene del amor a la gente, a las personas, a querer evitar o reducir al menos el daño humano. Después de tantos meses de estrés, de tanto sacrificio, no creo que haya gente en Ucrania que no tenga al menos un fallecido entre sus amigos o familia. Pero la gente en Ucrania dice que no existe la posibilidad de rendirse, porque rendirse significa dejar que Rusia entre, llegue a sus casas, torture, viole y mate”, puntualiza.
Finalmente, el chileno concluyó diciendo: “Si tengo que morir acá, para mí va a ser un orgullo dejar mi sangre en esta tierra, porque sé a quienes se está defendiendo”.
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