Son encargados de velar por la seguridad de los narcos y no les tiembla la mano a la hora de cobrar deudas pendientes o ajustar cuentas con bandas rivales. Cobran hasta 2 millones de pesos y algunos incluso tienen sueldo fijo.
Siguiendo el nefasto ejemplo de los matones contratados por el Cartel de Medellín -el mismo que sembró el pánico en Colombia de la mano de Pablo Escobar en la década del noventa-, las bandas de narcos nacionales reclutaron en los últimos años a hombres dispuestos a matar a cambio de dinero.
Los sicarios ya son una realidad en nuestro país y ninguna banda delictual que se precie de tal dejaría al margen a una persona dispuesta a cobrar deudas a sangre y fuego. Sin embargo, la personalidad y capacidad de matar varía mucho según la nacionalidad del asesino.
El subprefecto Harold Mackay, jefe de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana de la PDI, asegura que el sicario chileno es menos decidido y violento que el extranjero, aunque no por eso dejan de ser menos efectivos. En el caso de los colombianos, el policía asegura que se caracterizan por el nivel de violencia y tortura que son capaces de someter a sus víctimas.
"La gran diferencia se marca es en el nivel de decisión a la hora de cometer el delito y en el nivel de violencia. Hay un tema cultural de violencia que viene atrás a la que nuestro país no ha estado acostumbrado", comentó el policía.
A la hora de hablar de plata, no existe un parámetro claro para cobrar por la vida de una persona. Aunque el nivel de complejidad del delito e importancia del hombre que se quiere "picar" determinará el monto. Existen registros en Tribunales de Justicia que muestran muertes por encargo cuyos pagos varían entre los 600 mil y dos millones de pesos. Aunque hay muchos que ya se integraron de lleno a bandas delictuales y operan con sueldo fijo.
"Básicamente la función de ellos dentro de la estructura criminal es dar el soporte en materia de seguridad a las operaciones y cuando gente queda debiendo dinero o algún tipo de competencia se utiliza el tema del sicariato. Pero la primera función es darle seguridad a la organización para que pueda mantener sus fines", sostuvo Mackay
A la orden de La Quintrala
El martes 4 de noviembre de 2008, el nombre de José Ruz se hizo tristemente conocido en todo Chile como el "sicario" de María del Pilar Pérez.
La mujer -actualmente condenada a cadena perpetua por homicidio calificado y parricidio- contactó a Ruz y le ofreció dinero a cambio de asesinar a su familia. El hombre llegó temprano a la casa (Seminario 95) con la intención de asesinar a la hermana, madre, cuñado y sobrina de la "Quintrala". Sin embargo, al intentar ingresar a la casa se encontró con Diego Schmidt-Hebbel quien resultó herido mortalmente. Tras las declaraciones de rigor, el sicario aseguro que María del Pilar Pérez lo contrató meses antes para matar a su exmarido y padre de sus dos hijos, el arquitecto Francisco Zamorano, y a su pareja, el tecnólogo médico Héctor Arévalo.
El primer encargo extranjero
Tras 10 meses de pesquisas, la Policía de Investigacones logró desbaratar en 2015 a una peligrosa banda dedicada al narcotráfico en la población La Legua. Tras una serie de allanamientos en 18 casas de San Joaquín, la policía logró dar con la fachada que tenía la banda para verder droga, una botillería llamada "Torre 10".
En las pericias se logró comprobar que entre los delitos del grupo se contaba el sicariato, ya que en marzo de 2015 habían adquiridos los servicios de un colombiano para terminar con la vida de un adolescente de 17 años que debía dinero. El asesino fue identificado como Óscar Melián Villagra y es considerado como el primer extranjero en cometer esta clase de delito en el país. Se realizó a cambio de 600 mil pesos.
La muerte de Rosalva conmocionó al norte
El crimen de la manicurista boliviana Rosalva Gómez dejó de manifiesto lo cruel que puede llegar a ser el accionar de los sicarios que operan en Chile. La mujer fue encontrada maniatada de manos y pies a un costado de la Ruta 616 y según el dictamen de la justicia su muerte fue solicitada a un sicario perteneciente a la banda "La Familia", integrada por colombianos que se dedicaban a traficar droga en Iquique. La mujer fue secuestrada junto a su pareja y los días apereció sin vida.
El maléfico plan para asesinar a una anciana
En noviembre de 2018 quedó al descubierto el macabro crimen de Elba Espinoza, quien fue asesinada en su domicilio en lo que a primera instancia se consideró como un robo con homicidio. Sin embargo, las peridias policias lograron comprobar que los asesinos habrían sido contactados con la nieta de la mujer, de solo 16 años y que tendría una pésima relación con su abuela..Se trataría de dos integrantes de la banda "Coro de la leche" integrada por dominicanos que hacían de las suyas en el centro de Santiago y que serían muy cercanos a la joven.