Más de tres mil 600 palos verdes costará tirar para arriba los 11 hospitales que se desarmaron tras el rebencazo del 27 de febrero. Así informó el jefe de Salud, Álvaro Erazo, cuando ayer visitaba las instalaciones del hospital de campaña brasileño.
Durante los tres años de reparación y construcción que estima el guaripola, se instalarán 15 módulos para atender a los enfermitos de las regiones afectadas. Mientras tanto, en todo Chile se desplegaron 14 hospitales de campaña que funcionan para apañar la salud de la barra.
Entre ellos está el facilitado por Lula da Silva, que demostró que en su país no sólo dominan el balón y menean el tambembe, sino que también son solidarios y todoterreno. Tras la sacudida terrenal, nuestros cálidos vecinos enviaron una cotota ayuda que fue instalada en el estadio de Cerro Navia, para reemplazar al machacado hospital Félix Bulnes.
El miércoles pasado, cinco aviones de la Fuerza Aérea carioca llegaron con 14 toneladas de equipamiento, enseres y un contingente de 107 marinos.
BRASUCA
Carlos Eduardo Araujo, Capitán de Fragata y médico en clínica general, es el encargado de la división de salud, compuesta por 48 doctores y enfermeros. "Estamos para ayudar al pueblo chileno en este momento difícil, lo que es de mucho orgullo y satisfacción personal para todos. Es la primera vez que trabajamos con médicos civiles en este tipo de emergencias y nos alegra mucho", contó el capitán, en un lento "portuñol" para que se entendiera todito.
Médicos generales, especialistas en gastroenterología, dentistas, cirujanos, pediatras y ortopedistas son algunas de las especialidades que se reparten en las 12 carpas de atención. Los módulos se instalaron oficialmente el viernes y llevan consultas por diabetes, hipertensión, malestares generales y hasta quebraduras. Tienen harta pega, pero aún no se llenan, pues tienen una capacidad para atender hasta 400 almas al día.