La llegada del Viejo Pascuero y los champañazo de fin de año son momentos en que la familia se reúne con alegría, optimismo y fe, como el himno del Jappening con Ja.
Pero hay compipas que por una pena de amor, la partida de un ser querido o porque la amargura corre por sus venas, se acuestan temprano y no disfrutan los regalos y los abrazos.
Para ayudar a estas almas solitarias, el psicólogo de Vidaintegra, Fernando Marchant, entrega 6 consejos:
1.- Si el lado oscuro de la soledad ya se apoderó de usted, trate de hacer lo que se le dé la regalada gana. Si quiere ver una película o 1.- Invitar a comer a alguien esa noche. Hágalo sin dudar.
2.- Piense por un minuto que hay personas más solas que usted. Por lo mismo, busque y forme parte de algunos grupos que en Navidad o Año Nuevo salen a la calle a ayudar. No hay que olvidar que dar hace sentir más bien que la xuxa.
3.- Anímese, comparta y converse con los demás, los que no necesariamente tienen que ser amiguis o familiares. Es bueno invitar a personas tímidas o solitas como usted.
4.- Como seres espirituales que somos, es importante que sepa que estamos conectados con el alma. Y en esa conexión hay que estar con-sciente que jamás uno se encuentra botado.
5.- Para los que lloraron la partida de un ser querido, hace bien expresar sus emociones. Ayuda mucho mirar una fotografía y recordar lo bueno que en vida compartieron. Además, es gratificante cumplirle deseos que en vida expresó, porque eso ayuda a la paz espiritual.
6.- Estas fechas de reflexión sirven para acercarse y sanar viejas heridas o malos entendidos. Si logra sonreírle a la vida y darle la espalda a los problemas, empiece a olvidarse de lo malo y sáquele provecho a lo bueno.
