Los peritos del Servicio Médico Legal de San Fernando todavía no pueden identificar a los cinco turistas que se carbonizaron en el incendio de una cabaña, el domingo en Pichilemu.
Sin embargo, una vecina de Rancagua viajó en las últimas horas al balneario porque cree que su hijo podría encontrarse entre las víctimas.
El presunto fallecido correspondería a un joven de 18 años de iniciales N.S.P.G. Supuestamente la madre habría reconocido algunas ropas que los bomberos hallaron entre los escombros de la vivienda.
En el trabajo de identificación también están participando carabineros del Laboratorio de Criminalística de la Prefectura Cachapoal.
De acuerdo con los peritajes, entre los cadáveres podrían estar los restos de un menor de aproximadamente 10 años y de una mujer.
La dueña de la cabaña siniestrada, Lucía Bascur, dijo a la policía que el sábado en la noche atendió a los turistas y que luego se fueron porque hallaron caro el valor del alojamiento. Sin embargo, las mismas personas serían las que fallecieron al día siguiente.
